miércoles, 8 de marzo de 2017

Pornografía ¿que es?



No puedo evitar el no entender el mundo en el que vivo. Sospecho que tengo la culpa por mirar con excesivo detenimiento lo que me rodea, pero es que hay cosas que rechinan de tal manera que es imposible callarse.


A falta de esperanzas políticas, la noticia de los telediarios ha sido la nueva campaña publicitaria del provocador Yves Saint Laurent, pero no por sus cualidades textiles, que deben ser muchas, sino porque ha servido para sacar a flote toda la mojigatería y la incoherencia que tenemos por estos andurriales.

La campaña va de chica escuálida, que tras 20 meses sin probar bocado en embute en unas tallas imposibles, para tomara otras más imposibles posturas, de esas de “comeme lo to”. Posturas, por cierto más propias para que a una la azoten o para demostrar sumisión que para realizar un sexo placentero.  Que a la agencia de publicidad encargada de vender la colección le parezca conveniente poner a una modelo tocándose la raja (como diría Mónica Naranjo), bajo el encaje de su ropita interior resulta al menos desconcertante, en cuanto Al mensaje que intenta transmitir.

Varios periódicos y cadenas de televisión de media Europa, e incluso las agencia municipales de publicidad que gestiona las marquesinas y los autobuses de varias capitales  se han  negado a dar asilo a tamaña cartelería.
Tras el escándalo, que es un medio publicitario bien reconocido, el contraataque de la casa de modas ha sido inmediato, acusando a los censuradores de eso, y de atentar contra la libertad de expresión, etc,etc.
Con lo que no contaban los creativos era con que la campaña se lanza en las fechas que rondan el día de la mujer trabajadora y que, por tanto, parte de la progresia hiciera mutis o criticara abiertamente lo que consideraban una vulgar venta de carne (más bien hueso) femenina.
Aunque se han quejado de boicot económico, no se yo si la censura no habrá vendido más que la campaña diseñada. Y es que, normalmente, cuando la publicidad es tan agresiva y a lo burro es lo que busca, la notoriedad y la propaganda gratis, por el hecho, que dirían los anarquistas.

Yo sobre el tema no entro. Y eso que presentar a una mujer como un cuerpo mono, y proponer que una mujer de moda debe ser sumisa y provocativa y que la mejor salida a la crisis es ser más caliente que un edredón de IKea, me parece vil y anti todo, pero como en este continente, en temas de igualdad de género estamos a por uvas, pues suma y sigue.
En lo de la censura de los medios tampoco entro, porque a fin de cuentas son empresas privadas, y si no les va el rollo de mancillar la dignidad femenina, perfecto.

Eso si, algunos de los que han hecho sorna de la campaña, son las mismas agencias que han colocado en las marquesinas de ciudades como Madrid  la imagen de Eva Mendes saludando en Bragas, como si fuera la cabalgata de los Reyes Magos, y eso si que suena un poco fariseo.
Claro que lo mismo el veto proviene del mensaje subliminal, no de la imagen. Porque los responsables de la campaña han explicado que esta trata más que de sexo, de la soledad de las mujeres, de los silencios de la vida y de la insinuación y la provocación como forma de conocerse mejor. Y claro, menudo método de autoconocimiento.

Lo que si me parece escandaloso son las comparaciones. De forma muy acertada, Valerie Tasso, la autora de libros eróticos, explicaba hace unos días que le parecía triste el que la imagen de la mujer se prohibiera por escandalosa, mientras hay anuncios de videojuegos de gran brutalidad en televisión, o la publicidad de películas como “asesinos”, de Verhoeven, no tiene ninguna traba. Curioso, por el sentido tan vaporoso que tenemos de la moralidad, la ética y los valores, no ya los ciudadanos, que cada uno es libre, sino los poderes públicos, encargados de velarlos, y los medios de comunicación, responsables de muchas conductas, al difundir mensajes con, para mucha gente, autoridad.

Pero, frente a esta historia, que ha levantado una áspera polémica a mi me ha desconcertado, y me ha provocado mucha inquietud otra, mucho más importante que la dominación la historia de Andrea Santos.
Tras 18 duros meses de entrenamiento físico intensivo, y de gran dureza, esta madre gaditana, consiguió superar a muchos hombres, en una dura oposición para obtener plaza en el cuerpo de bomberos de una gran empresa, contratada por el estado. Lo consiguió con todo merecimiento, junto a siete mujeres más. Han pasado dos años, y dos sentencias judiciales que la amparan, pero Andrea y sus siete compañeras siguen en paro, pues su empresa no les dio la plaza que habían ganado limpiamente.
La ley es clara. La Constitución, la Ley Orgánica de Igualdad y el Plan de Igualdad de Género de la Administración General del Estado la amparan.

La propia convocatoria de la oposición establecía la existencia de una reserva de un 5% de las plazas para mujeres a modo de discriminación positiva. Ni siquiera hizo falta. RAndre levantó más de los 40 kilos que manda la convocatoria, venció en los 100 metros a la mayoría de sus rivales, y les dejo en evidencia en una prueba de natación que ganó con una superioridad insultante, frente a una recua de yogurines de gimnasio. Pero la empresa hizo caso omiso, y no contempló ni la reserva. Aun más, la empresa notificó de palabra a Andrea la adjudicación del puesto, de manera que cuando esta descubrió el engaño, los plazos de reclamación habían terminado.
No es ni siquiera una cuestión de ideales, ni de defender igualdades. Es una cuestión de comer. Ha luchado por ese empleo por que lo necesita. Pero no puede ser. Igual como no se ha puesto en posición de ataque, como la de la foto, no tiene posibilidades.

La empresa ha aducido lo de siempre, “aunque una mujer tenga derecho legal a ejercer un puesto si no alcanza las condiciones físicas requeridas, pueden poner en peligro las vidas que tengan que salvar en algún momento, luego no puede ser bombera”. Muy buena la frase, salvo por el hecho de que Andrea si supero las exigencias del examen.¿Y que?, os preguntareis. Pues nada, que he buscado ávidamente un comentario sobre el tema de las asociaciones que se metieron con la campaña de Yves. Y de momento nada. No he encontrado nada.

Así que sigo sin resolver la pregunta que me carcome. ¿Pornografía que es, una mujer esclava de la líbido, o una mujer que no puede alimentar a sus hijas, por que hasta el gobierno que juró protegerla la niega el trabajo que ha ganado con su esfuerzo?. Y es que hay muchas maneras de joder al prójimo. Y a la prójima, aun más.

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