Quizá alguien
se pregunte porque un blog tiene un nombre tan
extravagante como hablineses, en lugar de un nombre y apellido
tradicional. No es una manera de esconderse de nada, en la columna de la
izquierda esta el nombre de quienes somos, si no de reconocer que no somos nada
cuando no formamos parte de algo.
El nombre
es solo un pequeño homenaje a alumnos, padres y profesores que han sido tan
importantes en mi vida, la del que ahora escribe, Eusebio Balbás, que sin ellos
no sería tal, ni merecería la pena, ni probablemente existiera.
Como tantos
otros universitarios vague por diversas academias y trabajos poco educativos,
hasta que un día pretendí optar a un trabajo en La Paz y me rechazaron. Mi padre,
antiguo alumno, lo vio claro, “Te has metido mucho en la boca, entrar en ese
colegio, es tener mucha ambición”. Era cierto, pero la fortuna me llevó a que
semanas después me llamaran para cubrir una sustitución. Ese día cambió mi
vida, y lo supe cuando se lo dije a mi padre y se le iluminaron los ojos, “¿Vas
a trabajar en mi colegio?.
Di mi
primera clase, de geografía en 2º de BUP, el lunes 26 de septiembre de 1988. Todavía
recuerdo ese día y como a cada paso que daba se extendía una mano atada a una
sonrisa, y siempre con el mismo sonido, “bienvenido, para lo que necesites,
cuenta conmigo”. Yo los veía como lo que siempre han sido, gente importante,
maestros, personas muy superiores a mí, pero ellos me veían solo como su
compañero. Aquel día supe que no podría irme hasta no pagar una deuda, que sigo
sin saldar.
El viernes
30, al finalizar las clases se me acercó un grupo de alumnos. Piret, Pereda,
Anduaga, Michi, Boada, García Ahijado, Lara .. y así hasta 12. Querían saber
donde invertir mil pesetas en bolsa, y porque mataba ETA, y porque había una guerra
en Oriente medio y porque …
Y cada
viernes comenzó a repetirse la misma liturgia, hasta que Piret dijo que
parecíamos los protagonistas de una de las historias de James Joyce en
Dublineses, irónicos, humorísticos y
realistas. Así nació un colectivo de alumnos con el gusto intenso por crear,
por la palabra y por el debate
.
Al año
siguiente Pérez Trespalacios propuso trasladar todas esas ironías y reflexiones
de los viernes a un texto, nacería en 1990 una revista mordaz y joven, “Tu Que
Pias”. Pero no nacía por nosotros, si no por que una persona puso toda su
confianza en aquellos críos. Era Charo Cagigas, la mujer que siempre nos
apoyaba.
La segunda
decisión fue empezar con un nuevo grupo de teatro. No aspirábamos a crear algo
como lo que hacía Charo Bedia, ese era un nivel al que no podíamos llegar, pero
si divertirnos. La tercera convertir la megafonía en una emisora de radio, la
cuarta hacer un desfile solidario en el Royal Palace, la quinta retomar los
viajes de fin de curso, la sexta … Los hablineses se habían convertido en un
laboratorio de ideas.
Pero el año
acababa, mi sustitución llegaba a su fin. Nuestras charlas acabarían. Comencé
un nuevo septiembre, sabiendo que mi
estancia allí acabaría con el mes. Una mañana Charo Cagigas entro en mi clase y
me dijo sin más preámbulo, “ya eres uno de los nuestros”, y se marcho de clase
con una sonrisa disimulada. La sustitución se había convertido en un trabajo
permanente, y yo no podía defraudarles.
Los
hablineses fueron cambiando, pero ya nunca acabarían sus reuniones, ni sus
ideas, ni sus ilusiones, que ahora eran parte de las mías.
Todas
nuestras ideas seguían en marcha, pero empezaban a quedarse cortas y más
aventuras surgieron de aquellas charlas
El viernes
5 de octubre de 2001, tres hablineses y yo le pedimos a Charo Cagigas que fuera
a la sala de informática. Tras esperar unas horas, a las 8 de la noche, cansada
de todo, Charo se acercó a la sala. Con toda nuestra ilusión la enseñamos la maqueta
de eolapaz. No pudimos darla muchas explicaciones: “Confío en vosotros,
adelante”.
El 8 de
noviembre de 2001 la revista publicó su primer número con una estética penosa. Unas
pocas actualizaciones pasaron hasta que el 18 de marzo de 2002 publicamos el
primer número completo, y tras él uno cada semana, había nacido la mayor
aventura hablinesa. En 2005 recibimos la primera mención del parlamento europeo
por una web de educación y actualidad gestionada por estudiantes. En 2007 llegó
el premio nacional TIC y los primeros redactores ajenos al colegio, a quienes
había conocido en un curso que yo impartía en la
UIMP. En 2010 ganamos el País, en 2012 el
premio nacional de Blogs, justo en el año que nacía nuestra segunda web y ganábamos
el concurso euroscola, lo que nos permitía representar a España en una sesión
extraordinaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo. En 2013 el caixa-Impuls,
luego el SIMO …..
Y así hasta
30 premios que reconocían el trabajo de un colegio innovador (no de un
profesor) que puede sentirse orgulloso de su talento, y que reconocían el
trabajo de un grupo de niños extraordinarios, que han sido siempre la alegría
de nuestra vida.
Tras un par
de interrupciones hoy eolapaz sigue, e ideas de grupos de alumnos, de nuevos hablineses
siguen poniéndose en marcha, con la misma ilusión de aquel viernes de 1988.
Todo sigue
bullendo, y todo sigue en marcha por un montón de personas que hacen posibles
esos pequeños sueños, y por las cuales peleamos para hacer las cosas bien, por
aportar un granito de arena al buen nombre de nuestra casa, por no defraudar a
todo ese grupo de personas extraordinarias que tanto nos apoyan, todos y cada
uno de los maravillosos hombres y mujeres de La Paz.
Y por eso
hemos creado esta página publica, para deciros cada día lo que hacemos, tras un
GRACIAS, sincero, y enorme, a los padres, a los alumnos, a los ex alumnos y a
los profesores de un hogar que tiene 5 letras: L A P A Z.
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