lunes, 6 de marzo de 2017

Nunca será mi casa


La televisión ha dicho que la situación de desahucios mejora, solo se han producido 64.000 en el último periodo estudiado y ha aumentado en un 2,7% la vivienda social.

No se si lo he entendido bien. Las cajas de ahorros gestionadas por los partidos y las instituciones, y que han dejado a cientos de familias en la calle, forman una bolsa de pisos “sociales” para alojar por un “módico” precio a las mismas familias que han desahuciado previamente ellas y otros bancos. Al mismo tiempo, muchos pisos embargados por el lanzamiento de familias enteras son abandonados por las cajas y bancos, ante la imposibilidad de venderlos y el deseo de ahorrarse costes, entre ellos los impuestos que los demás españoles deben pagar (IBI, tasas, etc) o si no serán desahuciados.
La situación lleva a algunos ayuntamientos, representados en las cajas, como el de Alzira, a expropiar esos pisos abandonados por las cajas y bancos, gastarse dinero en su rehabilitación y alquilárselos a las familias a las que previamente se les han quitado y que si siguieran en su casa habrían evitado su ruina y el convertirse en un nido de ratas e insalubridad. No se si lo he entendido bien, pero estamos llegando a una situación en la que los dueños de la propiedad inmobiliaria la repudian y se niegan a hacerse cargo de ella para así evitar sus obligaciones financieras, fiscales y sociales. Sin embargo ese desdén no evita su voracidad y que el proceso de desahucios continúe.

Caminamos a una situación en la que medio país vague por las calles u ocupe ilegalmente las casas que les ha quitado quien no las quiere. No se si le he entendido bien.


Imagen publico.es

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