Aunque solo sea en sus palabras, Alan Bennet ha estado en mi mente, entre guardias, nevadas y agonías. Recordando aquellos días lejanos en que sus palabras llegaron a Santander de la mano del genio del gran José María Pou. Bennet, autor de teatro, guionista televisivo, humorista y novelista, representa el mejor ejemplo de eso que se ha dado en llamar humor inglés. Una forma geográfica de referirse a la inteligencia, la sutileza y la capacidad de contar desde dentro lo que sentimos, sin apostar por la retórica ni la estética vacua.