Corazones.
"Siento, luego existo", suele explicar en sus conferencias el
profesor Ramón Seijas, parafraseando a Descartes. Seijas es uno de los nuevos
gurus de la escuela. Uno de los defensores de la educación emocional para
formar jóvenes que sean capaces de crear, empatizar y construir usando como
principal argumento su corazón. Es más que una tendencia una necesidad. Si
fuéramos capaces de educar para sentir y controlar las emociones quizá no
hubiese sinvergüenzas que pegan a mujeres, ni humanos que mataran a otros con
saña, ni inversores que quitan trabajo o echan a la gente de sus casas, ni
gente que se deja manipular con sentimentalismos baratos.
Estos días
la prensa regional recuerda los 50 años del colegio La Paz. Días en los que
hombres como Aurelio Cayón, y jóvenes como los de la foto siguen aprendiendo a
escuchar su corazón, y en él a escuchar el de mucha gente.
Y con los
únicos medios de una sonrisa, algunas palabras y dos corazones. Gracias
Aurelio, te echamos de menos. Gracias hombres de SS.CC. por seguir educando en
Torrelavega
(El
Escorial 22 de noviembre de 2015. Convivencias de pastoral de 2 de
bachillerato. Foto SS.CC.)
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