Este
manifiesto del General Miguel Primo de Rivera condensa los graves problemas de la Restauraciónespañola ,
la crisis social que vivía el país y la crisis de las democracias occidentales
tras la primera Guerra Mundial. En la etiqueta historia-tp7 tienes todos los
materiales de este comentario. Sin pinchas en los términos subrayados accederás
a las definiciones históricas. Y ya sabes que cualquier término de este blog te
lo explicamos haciendo un simple doble clic sobre él. Para todo los demás, deja
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TEXTO
"Al
país y al ejército españoles:
Ha llegado
para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido
vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida
española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de
cuantos amando a la Patriano
ven para ella otra solución que libertarla de los profesionales de la política,
de los que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e
inmoralidades Que empezaron en el año 98 y amenazan a España con un próximo fin
trágico y deshonroso (...).
No tenemos
que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone (...).
En virtud
de la confianza y mandato que en mí han depositado, se constituirá en Madrid un
Directorio Militar con carácter provisional encargado de mantener el orden
público (...) No somos imperialistas, ni creemos pendiente de un terco empeño
en Marruecos el honor del ejército (...). Para esto, y cuando el ejército haya
cumplido las órdenes recibidas (...) buscaremos al problema de
Marruecossolución pronta, digna y sensata (...).
La
responsabilidad colectiva de los partidos políticos la sancionaremos con este
apartamiento total a que los condenamos (...).
Miguel
Primo de Rivera, Capitán General de la IV Región ".
CLASIFICACION
Nos
encontramos ante un manifiesto del General Miguel Primo de Rivera, capitán
general de Cataluña en 1923, hombre destacado en los años anteriores, por su
colaboración en la represión del activismo obrero que desde 1917 asoló Barcelona.
Militar de carrera, de reconocido prestigio y de ideas conservadoras. En él
expone los motivos de su golpe de estado, y su programa político. El texto es
expositivo y argumentativo y llega a la nación a través de un bando publicado
en la prensa, en este caso, la local de Barcelona. Son años marcados por los
sucesos de 1917, el final de la guerra mundial, la crisis económica de la
posguerra, el triunfo del comunismo en Rusia y la oposición creciente al
gobierno en España, agravada tras los sucesos de Annual. El autor expone sus
objetivos, muy centrado en el tema político y en la resolución del drama
marroquí, con una cierta reiteración al apartamiento de los partidos del turno
de la política, dada su responsabilidad en el desastre del país.
ANALISIS
Tras
exponernos a quien va dirigido (al pueblo para que obedezca y al ejercito para
que le siga y no tenga miedo de intervenir), el autor razona el porque de la
intervención, que justifica en tres alusiones: la petición del pueblo (es en
parte una disculpa y en parte una alusión al cirujano de hierro del
regeneracionismo), la necesidad de liberar al país de la corrupción política
que representa el caquismo y el turno, y a los sucesos que jalonan la historia
española desde 1898. Debes dar aquí una breve explicación de estos tres
apartados, para aclarar a que se refiere el texto
En segundo
y último lugar el general expone sus intenciones: crear un gobierno solo de
militares, que tendrá la finalidad de frenar el desorden público (debes indicar
a que se refiere - huelgas, terrorismo..-) y de carácter provisional, algo muy
en la línea regeneracionista, y sin presencia civil, dada la desacreditación de
los partidos del turno. Una segunda idea es la de solucionar el problema de
Marruecos, tras cumplir las ordenes recibidas (se refiere a la pacificación del
país, una idea importante pues al hablar de ordenes recibidas se refiere al rey
y desmiente que sea un dictador por iniciativa propia). Curioso es que Primo
afirme que el tema marroquí no responde a un terco orgullo del ejercito, cuando
sabemos que hay una intención clara, tapar las vergüenzas de Annual. El texto
acaba en este segundo bloque con una afirmación tajante que insiste en la
culpabilidad de la situación, castigaran, expulsando de la política a los partidos,
se refiere a los tradicionales, pues el creará uno (la Unión Patriótica )
y colaborara con otro (el PSOE).
La crisis
de la Restauración
iniciada en 1876 se había iniciado en 1898, tal como hemos visto en el básico
12, y había ido creciendo y tomando un sesgo revolucionario, tal como hemos
visto en el básico 13. El principio de este comentario debe, por tanto, partir
de explicar la injusticia social, la corrupción y la crisis económica que
sacudía España.
Los
intentos regeneracionistas Maura y Canalejas, el fracaso de los gobiernos, las
influencias de la
Guerra Mundial , la crisis de 1917 y, sobre todo, el crecimiento
constante de la influencia militar en una sociedad abocada a la revolución
(clases bajas) y atemorizada por ella (la burguesía).
COMENTARIO
En este
contexto la grave situación del país pareció encontrar una solución no con el
modelo de revolución social que había surgido en Rusia, sino mediante una
intervención militar del tipo de la que había surgido poco antes en Italia, con
un Musolini que se erigió e salvador de las tradiciones frente a la amenaza
extranjera soviética. Así surge el golpe de estado de Primo de Rivera. Un golpe
de ciertas influencias regeneracionistas, aceptado por el rey y consentido por
la burguesía y la mayoría de partidos, del turno o no, que como el resto de las
clases medias e instituciones quisieron ver en el general un alivio y una
esperanza de mejora sin llegar al conflicto civil. Pero pronto lo que se había
visto como un paréntesis en la vida “democrática” se convirtió en una dictadura
con intenciones de pervivencia y cambio constitucional, asociado, mientras
duro, a un cierto desarrollo económico, paz social y éxito internacional
(Marruecos). El dictador suspendió la Constitución , prohibió la actividad política y
controló la prensa. Intentó final de establecer un Estado corporativo de raíz
fascista apoyado por un partido único y una ley que consagraba un estado
personalista y autoritario. El fracaso de esa vía, en medio de la crisis
económica de 1929, enfrentaba a España con sus viejos problemas. Tras un breve
experimento democrático, la
Guerra Civil , largamente larvada, estaba servida. Pero ahora
con más odio acumulado
La
dictadura de Primo de Rivera es un régimen autoritario y militar que pretende
solucionar los graves problemas de España desde una justificación
regeneracionista, añadida a valores e ideales militares. El mismo se presentaba
como un cirujano de hierro para "máximo 90 días".
La crisis
de la Restauración
empieza con la generación del 98, cuando una ola de regeneracionismo invade
toda España, y se va a continuar en las crisis de 1909, 1917 y 1921.
La
dictadura de Primo de Rivera va a tener una gran significación, pues va a
servir de laboratorio o precedente de la dictadura de Franco. Muchos de los
principios adoptados por Primo van a ser utilizados por Franco, al mismo tiempo
que va a aprender de sus errores.
Ya hemos
visto que una de las consecuencias más importantes del desastre del 98 había
sido el desarrollo de la ideología regeneracionista. Un movimiento que había
alcanzado a los intelectuales, a algunos políticos (Maura o Canalejas) e
incluso al ejército. En este caso, los militares (que hay que recordar que
habían perdido todo protagonismo político en las bases de la Restauración de
Cánovas) también veían la necesidad de acabar con el atraso, la tensa situación
social y la corrupción (algo a lo que el texto alude en varias ocasiones),
pero, a diferencia de otros grupos, ellos veían una solución distinta a esta
problemática del país. Una solución autoritaria que eliminara lo que ellos
consideraban las raíces del mal, todas ellas políticas: el liberalismo y el
dominio de los caciques, el separatismo regionalista y el carácter anárquico y
anti tradicional de los movimientos obreros, un peligro revolucionario para su
concepción de España.
Al igual
que la dictadura franquista que llegaría pocos años después. Las soluciones de
Primo de Rivera que emanan de este texto son muy parecidas, y están basadas en
una ideología similar: concentración de poderes, eliminación del pluralismo
político y el sistema representativo libre, corporativismo, intervención
económica del estado, creación de un partido único y eliminación de derechos y
libertades.
Una última
cuestión relevante a tratar es el camino que había llevado a los militares a
este protagonismo en 1923. Desde 1904, tras la crisis del Cu-Cut, en la que
habían salido indemnes del ataque a esta revista satírica, el gobierno había
aprobado una ley de jurisdicciones que les permitía someter a sus tribunales y
a su código militar incluso a civiles, siempre que estos hubieran atacado o
menospreciado los valores propios de los militares, la integridad de la patria
o cualquier otro principio que ellos considerasen esencial. Ello provocaba
dejar a su merced la capacidad de violar los derechos civiles. Tras la
represión de la Semana
Trágica , el ejército había tomado un protagonismo creciente
en la defensa del gobierno ante los grupos de oposición, especialmente en 1917,
cuando su intervención evitó que la asamblea de Barcelona o la huelga
revolucionaria acabara con la Restauración. La organización de la Juntas de defensa, organismos que representaban a
los militares, pero a no estar permitido por la constitución, era otra muestra
de este poder. Cuando tras el desastre de Annual, informes como el Picasso
desvelaron la forma de actuar corrupta y negligente de los militares en Marruecos,
era evidente que estos no se iban a dejar juzgar.
Amparados
por un clima totalitario en Europa, le debilidad de los gobiernos del turno y
por la amenaza de nuevas huelgas, el 13 de Septiembre de 1923, el capitán
general de Cataluña (el más destacado en la represión obrera) Miguel Primo de
Rivera se pronunció contra la legalidad constitucional declaró el estado de
guerra y exigió que el poder pasase a los militares, mediante este manifiesto
que estamos comentando.
Ten tan
solo horas, y sin ninguna resistencia, el rey Alfonso XIII (que aunque no
formaba parte de la conspiración la conocía y no la evitó), garante de la
constitución, le encargó la formación de un nuevo gobierno, mostrando así su
apoyo a una situación que amparaba y apoyaba el fin de un régimen
constitucional del que él era parte. Era el fin de la Restauración.
En un
principio el golpe contó con un notable apoyo popular, el respaldo de la
mayoría de la prensa y la no oposición de sindicatos como UGT y partidos
políticos como el PSOE (el sector de largo Caballero). En contra solo se mostró
la prensa republicana y algunos intelectuales Unamuno, que fue castigado por
ello con el destierro a Fuerteventura. Similar suerte correrían Azaña o Pérez
de Ayala.
La razón de
esta pasividad se encontraba en el cansancio de la población ante una situación
violenta, ruinosa y sin salida, como la se vivía. Muchos entendieron el golpe
no como el fin de un régimen constitucional, si no como un paréntesis, una
solución de emergencia, pero transitoria, como el famoso cirujano de hierro que
había anticipado Joaquín Costa para remediar los endémicos males políticos,
económicos y sociales del país. La presentación de la dictadura como un
movimiento no ideológico favorecían, también la aceptación entre la mayoría de la
población.
Entre las
causas las hay también internacionales, como el éxito de la revolución
bolchevique, y el triunfo del poder obrero en varios países, que había causado
el pánico entre las clases burgueses. Además la mayoría de las democracias
occidentales se encontraban en una profunda crisis, a la que se le uniría en
1929 el crack de la Bolsa
de Nueva Cork. Todo ello había ayudado a que se desarrollasen movimientos
totalitarios y fascistas (Italia, Hungría, Alemania, Finlandia..).
Ante todo
este cúmulo de circunstancias, el ejército se presentaba como el único baluarte
del regeneracionismo del país, de acabar con la injusticia social, la miseria y
la corrupción, ellos que carecían de interés partidista y la última línea de
defensa frente a la amenaza revolucionaria.
En el
fondo, probablemente Primo de Rivera pretendía evitar lo contrario, la
democratización del país, que el último gobierno de concentración, el de García
Prieto, había intentado, con medidas como, por ejemplo, la limpieza del
ejército tras el desastre de Annual.
Entre las
primeras medidas del general se encontró la concentración de todo el poder en
un directorio militar que el presidía. Tras ello intentó acabar con el poder de
la Oligarquía ,
eliminando los partidos dinásticos (sustituidos por un partido único, la Unión Patriótica
que el presidía) y entregando el poder de las instituciones a fieles al golpe.
Para acabar
con el caciquismo se elaboró un Estatuto Municipal y otro provincial, poniendo
a militares al frente de los gobiernos civiles, en realidad nuevos caciques
pero con poder administrativo. El orden público fue otra de sus prioridades.
Declaro el estado de guerra, pactó con la UGT y reprimió duramente al PCE y a los
anarquistas, contuvo a los grupos nacionalistas y arreglo el problema de
Marruecos desarrollando una gran operación militar en Alhucemas, con apoyo
francés que derrotó a los rebeldes rifeños y acabó con el líder independentista
Abdelkrim.
Imagen La Voz del Sur
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