Es difícil elegir cual ha sido la mayor aventura de estos años en eolapaz, pero seguro que en lo más alto del ranking está la aventura de los 2000 km.
Comenzaba abril de 2012, un nuevo equipo se enfrentaba al reto de crear un periódico. Aquel año, con más de la mitad de los participantes nuevos en el programa y muy pocos experimentados en la redacción de eolapaz, sin embargo los objetivos eran muy claros, pero la información precisa estaba lejos. La idea era viajar a Madrid y Sevilla para recoger la información y el material gráfico de 5 reportajes claves para la edición.
Finalmente las gestiones dieron sus frutos a una semana de la publicación. Un equipo formado por dos redactores, Miguel Ángel Vargas y Francisco Sánchez Becerril, más la reportera gráfica Ángela Sánchez se ponían en viaje. 72 horas para realizar 2000 kilómetros, y volver a tiempo para redactar y maquetar.
La primera parada era Madrid. En un día visitaron el congreso, ante la incredulidad de la mayoría de diputados al ver como 3 estudiantes de 17 años, viajaban solos para mantener un encuentro con el coordinador general de Izquierda Unida en su despacho del congreso. Era la primera parada, El general Aller, director del Museo Naval del ejército y uno de los artífices de que el tesoro de la Mercedes regresara a España era el segundo reportaje.
Tras pasar la noche en casa de unos familiares de Ángela, el viaje continuaba al día siguiente. Fran y Miguel Ángel viajaban a primera hora del segundo día a Sevilla.
En Santa Justa, un antiguo alumno del colegio, alto ejecutivo de un banco de la capital les esperaba para llevarles al despacho del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. Zoido, por entonces presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, y para tratar un tema muy concreto, el plan de proveedores que entonces se ponía en marcha con la intención de dar salida a las numerosas deudas de ayuntamientos y diputaciones.
Tras una hora de conversación y la sesión de fotos preceptiva, llegaba el momento más duro. Nos recibía en su casa Antonio del Castillo, el padre de Marta. Un testimonio lleno de dolor, en una casa con la tragedia hendida. Fue quizá el momento más duro de los equipos de eolapaz, el trabajo que más marco a los equipos en estos años EPE. La conversación se alargo tanto, y los chicos quedaron tan impactados que aquella noche tuvieron que permanecer en Sevilla, dormir en la estación y coger el primer tren a Madrid, justo a tiempo para recoger a Ángela y salir aquel día para Torrelavega. Tres días después el periódico estaba publicado.
No fue un año cualquiera, ellos, y todo el equipo maduraron como nunca habían pensado, descubriendo el mundo con sus propios ojos, gracias a El País de los Estudiantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario