domingo, 29 de marzo de 2009

Amar en 57 milímetros


Hoy siento la necesidad de empezar en primera persona. El sábado Miguel y yo cumpliremos un año saliendo. Nos conocimos en Braña Vieja, la Semana Santa pasada. Ha pasado un curso entero, y me siento muy bien junto a él, cada vez mejor. Tanto que necesitaba decirlo lo más alto, lo más largo y los más profundo posible, que supiera hasta el aire que le quiero.
Y que cada mañana un viento de alivio me calma al verle en la puerta del ies cuando salgo. Y que encontrarle en la grada de la Albericia los domingos que juego me impulsa, que si mi espalda no le siente, apenas atino un golpe. Y es que sentirse parte de otro, te hace aun más ser tu mismo, y empieza, aunque quien sabe donde nos llevará la vida, a mostrarte cual es la razón de tu vida. Y eso, sobre todo, cuando eres libre de quien el corazón te ata, por que tanto te quiere quien quieres, que respeta tu libertad tanto como tu corazón le exige en cada momento.
Tonto ¿verdad?. Pero cierto. Porque amar es una necesidad humana, y el corazón un manantial de vida. ¿O no?. Pero si de verdad lo que siento os parece ridículo, es que no habéis visto nunca “hombres, mujeres y viceversa”.
Y es que hay ciertas cadenas de televisión que lo bordan en esto de hacer el gilipollas. Y dentro de ellas, hay ciertos profesionales que ya son el no va más. En ese sentido, Telecinco lo tiene todo. La cadena de Gran Hermano ha rescatado a Emma García de su ostracismo nocturno y la ha colocado al frente de un reality que es la bomba. Como algunos sabréis, la guipuzcoana Emma García comenzó en el ruedo nacional con un programa de tarde (“A tu lado”), en el que al principio sorprendió, por su frescura y simpatía, hasta el punto de conseguir dos Tp de oro y una nominación más. Luego, el programa cayó en el síndrome de las verduleras, y con los Kikos (Matamoros y el otro) y otros personajillos salidos de Gran Hermano o Tómbola, montó una tertulia basada en lo más zafio que uno se pueda imaginar. La cosa desvarió tanto que la dieron puerta. Tras una etapa de reflexión, la chica pasó de las brasas al fuego. Lo digo por que el siguiente proyecto de Emma fue otro de esos formatos semi delictivos. Se llamaba “El juego de tu vida”, y era un triple salto mortal en el uso televisivo del polígrafo. Una persona (por decir algo) se sometía a una serie de preguntas sin malicia (¿has sido infiel a tu marido?, ¿eres alcohólica?, vendes droga en la puerta de misa?, y cosas asi), si decías la verdad te daban premio, y si no también, el de que todo tu barrio se enterase de lo golfo/puta/ sinverguenza que eras. Un primor.
Pues bien, después de tan celebrado evento cultural, Emma García vuelve al ruedo con un nuevo programa que explota el filón de los singles. Y, ahí es nada, con dos ayudantes de lujo, Pipi “rabolargo” Estrada y su dulce Miriam. En pocas palabras el tema consiste en que un soltero/a se presenta al programa y este le nombra tronista, o sea le ponen en un trono. Desde allí otea a un grupo de aspirantes a ser su novio/a del sexo contrario. Estos le traen regalos (uno llevo a una chica una cerilla como presenta, so disculpa de que era para encender su corazón), fijan citas (con cámara por testigo, claro, para que todo sea muy natural), y el/ella va seleccionado y al final sale del programa con novio.
Alguno (es que hay gente para todo), ha salido como entro, solo. Pero la mayoría se ennovian. Y es que claro, el roce hace cariño. Como es de suponer la gente opina y vota mediante sms, que el negocio es el negocio, hay parejas que duran dos telediarios, pero se forran a regalos y cameos gratis, y gente que sale escaldada en ese escaparate que llamamos televisión. Y sale mal, porque el programa se basa en el morbo y el escándalo, es así. Para ver almibaradas historias de amor blanco, nadie pierde media tarde delante de la tele.
Esta semana me he esforzado en ver todos los capítulos, mera curiosidad científica y afán de documentación claro. Antonio, uno de los tronistas de la semana, y relaciones públicas de una disco de Madrid ha sido la victima. Una de las comentaristas del programa sacó a relucir todo. Que si mete mano a las camareras de su local. Que si tiene novia ya y solo había ido para promocionarse, que si es violento …El muchacho acabo marchándose del programa. Como él mismo decía en el blog del concurso (claro tienen blog, web , venden productos, como la pulsera para solteros, y te atiborran de publicidad), había quedado expuesto y sin defensa, ante las maledicencias y las invenciones de profesionales del saqueo humano.
Peor fue lo de Astry, una muchacha de buena pinta intelectual (no se que hace ahí), condenada a tener por pretendientes a un grupo de yogurines enemistados con su peluquero (que horteras son algunos cuando pretenden ponerse guapos), que la han dicho de todo menos guapa. ¿Porque?, es que la pobre mujer tiene la libido por los suelos, ante tamaño ganado, y claro, debe decidirse por uno o largarse, de eso va el rodeo, y ellos se sienten poco queridos, normal, ella pasa.
El final feliz le puso Tamara, una rubia de muy buen ver (me refiero a la madre, que allí estaba y animaba a su hija a cobrar pieza). Tras muchas dudas, acabo en brazos de un musculitos llamado Rafa. Uno de esos individuos que si se caen en una piscina de tiburones, los animalitos se hacen anfibios para salir antes.
Es muy de respetar la necesidad de las personas de sentirse queridas. Y es cierto, que por circunstancias, en muchas ocasiones el amor no llega. O mejor dicho, no encuentras la manera de hacer sentir a alguien, lo que tú sientes con él. Pero resolverlo así, ante la mirada pública, ante el recochineo del personal, con la perspectiva limitada a quienes buscan en ti más que tus ojos, los focos de una cámara. Eso más que amor parece un asesinato, filmado en 57 milímetros.

1 comentario:

Toño dijo...

No tenía noticia de este nuevo engendro televisivo. Sinceramente, me niego en redondo a ver la TV hoy dia, salvo que pongan alguna película que me interese o algo por el estilo.

Me parece grotesco que se use como negocio las relaciones de pareja, aunque hace tiempo que eso del sentido común se perdió. Y también el buen gusto.

Recordaba la polémica del video de Wyoming, donde muchos se escandalizaron por la supuesta polémica que conllevaba... Y me sigo preguntando ¿De qué se sorprenden? ¿Acaso no saben la basura que se emite en TV? Les invito desde aqui a ver un dia entero la tele, anuncios incluidos.

Saludos Zina.

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