Los
problemas de drogas son el resultado de la coincidencia, difícilmente evitable,
de la presencia de sustancias psicoactivas con unas más prevenibles situaciones
de fragilidad, personal o colectiva, es decir, con unas situaciones de riesgo.
Por lo tanto, prevenir es, sustancialmente, ayudar a fortalecer a personas y
grupos en su convivencia diaria con los riesgos que comporta vivir. En el caso
de niños y jóvenes, prevenir es, fundamentalmente, educar, contribuyendo a la
construcción de personas más seguras, maduras y capaces de administrar los
riesgos cotidianos.
Hacer
prevención de los consumos de drogas en los centros escolares no puede en modo
alguno plantearse como una intervención exterior y ajena a los mismos. Debe ser
la escuela, la comunidad educativa, el sujeto y el protagonista de la
prevención, como lo es de la educación.
Se trata,
pues, de facilitar herramientas que posibiliten una mejor y más amplia
actuación educativa por parte de los profesionales encargados de ello y ante
esa pretensión en materia de prevención escolar surge el presente curso.
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