En una de
esas melancólicas noches de junio en las que en los colegios huele a despedida.
En las que el aire se carga de nostalgia. Una de esas noches en las que la luna
se esconde tras los tejados temerosa de ser reprendida porque bajo su manto de
sombras se escapará pronto quien ha sido para ti tan importante en ese año que
agoniza.
Y de pronto
aparece en tu puerta una sonrisa llena de cariño, y llevado de su mano una
puerta, y tras ella treinta más que te dicen “esto es por ti”.
Sucedió una
noche de junio. Una noche en la que te das cuenta de cuanta es tu fortuna. Treinta
corazones, treinta sonrisas, treinta vidas que han crecido junto a ti, aunque
tu no les hayas dado nada, aunque tu hayas recibido tanto.
Sucedió una
noche en la que soñé que era feliz, pero al abrir los ojos ya no estaban.
Dedicado
con cariño y agradecimiento a los chicos y chicas de la redacción de 2015.
Cuidaros
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