domingo, 21 de junio de 2009

Bachillerato y la teoria del caos


Me tocó leer este año en Historia de España un libro de Carlos Maniella sobre la construcción en el siglo XIX de un mercado único en nuestro país. El tema tuvo su importancia entonces para bien, mejoró la economía, o al menos empezó a ello, y para mal, el enfrentamiento con los regionalismos, que veían perder sus privilegios tradicionales. Al final este proceso de integración no debía ser tan malo cuando todos los pueblos lo habían intentado antes, y todos lo siguieron después, con ejemplos como la globalización o la Unión Europea. Ya se que detrás de estos fenómenos hay siempre muchos intereses y no siempre el beneficiario es el pueblo sino cuatro jetas.
Pero si separamos la praxis del concepto, seguro que todos entendemos que la colaboración, el compartir, la corresponsabilidad y la integración son beneficiosos si se hacen correctamente. Bueno, todos no lo ven así. Esa cosa que algunos llaman España va al revés del mundo. El que según en que comunidades autónomas te arreglen la boca by the face o a toca teja, puede resultar hasta gracioso. El que las ayudas del gobierno, a la hora de comprar un coche, varíen por comunidad, casi es hasta un incentivo a la población para estudiar ciencias ocultas, pero lo de la educación invita directamente a llorar.
Vayamos por partes. A tenor de lo que cuenta la, en vías de extinción, historia, la educación es la manera más directa para hacernos libres, desarrollar nuestras capacidades intelectuales, morales y sociales y fomentar nuestra conciencia universal. En la medida que esa educación tenga bases comunes en un amplio territorio, los ciudadanos de ese compartirán muchas de esas virtudes que antes apuntaba. Ya se que la educación debe ser plural, y que hay muchos puntos de vista sobre las cosas. Pero en este país la confusión entre pluralidad y caos es evidente. Y, además, las discusiones entre autonomías sobre los problemas educativos no suelen ser sobre minucias, sino sobre cuestiones más bien de fondo.
Por ejemplo. Nos guste o no, nuestro gobierno ha decidido implantar una asignatura llamada “Educación para la ciudadanía”. Estaremos de acuerdo o no, pero es una decisión del gobierno que hemos elegido, y que tiene su base, formar ciudadanos, algo nada baladí. Bueno, pues unos lo aplican, otros no y otros en inglés, como el caradura de Camps, que le ha hecho un traje al gobierno (huy, perdón). Otro ejemplo. Según la comunidad autónoma en que estemos la historia de España empieza en un siglo u otro, ocurren unas cosas u otras o es de España o no. Solución se quita, y fuera el problema, que de eso trata el irla quitando horas, de no formar ciudadanos enseñados en el pasado y con capacidad critica. Todo ello lleva, y hay más y más importantes ejemplos, a una educación a la carta, basada en criterios políticos y que tiende a formar la conciencia de los ciudadanos en la fidelidad a una elite y a un poder territorial determinado. ¿Cómo vamos a ser ciudadanos de Europa, si ni siquiera lo somos de España, que es uno de sus pilares?. (ahora me contestaran lo de la Europa de los pueblos …). Un paso más en la destrucción de un sistema educativo común en España se esta dando con el proceso Bolonia, del que ya discutiremos otro día. Y otro más inmediato en el tema del bachillerato. Un compañero mío llego al instituto en secundaria desde Barcelona. Venia con tres áreas pendientes. El follon de asignaturas y la diferencia de papeles y libros de escolaridad era tan grande, que como no había solución al tema de la promoción, ni se aclaraba nadie, el inspector le perdonó las pendientes e hizo tabla rasa. Eso es pragmatismo y lo demás es cuento.

Ahora a los que vienen detrás de mi en bachiller se encuentran con la papeleta de que nadie sabe a ciencia cierta como será la selectividad 2010, ni la prueba específica, ni la forma de calcular la media de la prueba de cara a acceder a una universidad, porque tiene pinta la cosa de que dependiendo de la zona de España la baremación será distinta.
Tras un esfuerzo titánico, Gabilondo, el nuevo ministro del ramo llegó la semana pasada a un acuerdo con las comunidades para solucionar el marrón de Mercedes Cabrera. Resulta que la anterior ministra de educación, que no se había leído la ley, estableció que los alumnos de primero de bachiller con 3 o 4 suspensos podrían pasar a 2 y coger allí las áreas que quisieran, el desmadre que se preveía era tal, que varios gobiernos acudieron al supremo que fallo que no, que eso era imposible. Para solucionar el entuerto, Gabilondo y autonomías pactaron la semana pasada un sistema abierto, Según autonomía y centro, repites todo 1º, o solo con las que suspendiste, pero no mejoras nota en las otras, o coges alguna de 2º. La leche vamos. Pues resulta que tras firmar tamaña tontería (o sea, te matriculas en lo que te de la gana), ahora cuatro autonomías conservadoras (Castilla y León, Galicia, Madrid, Navarra y Murcia) dicen que no porque lo ven arbitrario. No se si os habéis fijado que las mismas comunidades del PP que tiene leyes propias y se han cargado la ciudadanía ahora llaman arbitraria la ley del gobierno central. En resumen, si estudias en la Rioja y te quedan 3 a repetir curso, si lo haces a 20 kilómetros, en Álava, solo las que te quedan e incluso igual vas adelantando algo del año que viene. El tema traerá cola legal, porque esta desobediencia de algunas comunidades choca con que el Supremo suprimió, efectivamente, un real decreto que establecía la promoción en bachillerato, pero eso es solo una parte de la normativa, la cual mantiene aun hoy que es posible no tener que repetir todo el curso. En medio, miles de alumnos caerán, como en Bolonia, en terreno de nadie, con sus derechos violados, entre ellos el de trato igual ante la ley.
Como podríamos explicarles a los políticos que son elegidos para atender a los ciudadanos, no a sus intereses de partido. Como decirles que están en esos cargos para solucionar problemas, no para causarlos. Como explicar que vivimos en un país, no en 17. Con todo el drama que supone y la tragedia que viven, siento envidia por el espíritu de esos jóvenes iraníes, movilizados de forma contumaz por lo que creen justo, capaces de hacer frente a su gobierno para exigirle que reconozca quien manda, y quien esta al servicio del resto.

PD. No puedo acabar esta carta semanal sin un sencillo agradecimiento. A mis profesores del Alberto Pico, que tanto cariño han puesto en mi, a mis compañeros que me padecen cada día, a mis vecinos de ese maravilloso barrio que es Castilla Hermida que me ha hecho crecer entre calles, a la gente de eolapaz que tanto me estimula, a Miguel que no se porque me quiere, y a mi familia que me da tanto en cada instante. He aprobado selectividad y puedo ir a la universidad a estudiar lo que deseo, a pesar de tanta injusticia que ha dejado a otros en el camino, gracias a vosotros. De momento solo puedo pagaros con mi esfuerzo, aprovechando la oportunidad que se me da.

No hay comentarios:

Comparte en las Redes

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...