Eres malo, tienes un blog

Marianne Mikko es una eurodiputada estonia que ha tomado la iniciativa de convencer al parlamento europeo para que desarrolle una ley que obligue (sugiere se dice de momento) a los bloggers a registrarse en una base de datos donde deberán constar ciertos datos identificativos. Lo llaman DNI de bloggers. No hay que ser muy lista para darse cuenta que es el primer paso de una autentica regulación del mundo de las llamadas bitácoras, de un modo más sistemático al que el parlamento italiano lo intento hace unos días.

Se comienza con lo que se llama un “etiquetado voluntario”, que permitirá a sus lectores (¿ y aquien más?) conocer datos sobre su identidad real, sus intereses políticos o sociales y su importancia social. Y todo este proyecto aparece escrito en un informe sobre el pluralismo en los medios. Manda…
Si identificar a un blogero puede ser discutible, el que este, antes de escribir, deba desnudarse ante el público (sexo, religión, ideario político…), cuando menos, tiene pinta de chocar con el artículo 16.2 de la constitución (para que luego digan que en la eso no aprendemos nada), ese que dice que nadie será obligado a declarar su ideología, religión o creencias. Y lo que está claro es que debilita al autor, exponiéndo ante miles de personas, y unos pocos poderosos, sus flaquezas y las debilidades de su argumentación. ¿Transparencia?. No, ¡coacción!.
Al dar la noticia el otro día, el diario El País aludía al miedo de los estonios (de donde ha partido la idea) a que los blogers rusos estuvieran minando desde dentro a este país báltico y a que la red fuera el caballo de Troya de la minoría rusa en el país. Pero la verdadera razón la da el diario más adelante, cuando tomaba como argumentos los dados por la eurodiputada socialista María Badía, quien explicaba que la red se había convertido en un lugar con exceso de información (¿?). Y en un nuevo quiebro explica después que la ley tendrá efectos positivos pues creara un registro de blogs de calidad, como las denominaciones de origen de los vinos, que irá en beneficio de los registrados, posiblemente los más dóciles. Mi profesor de filosofía me ha enseñado que cuando uno da muchos argumentos suele ser que está cargado de razón. Pero cuando son erráticos es que no tiene ninguna.
Yo no tengo muy claro, es la verdad, la salida y la entrada de este tema. Es cierto que amparados en el anonimato, en la red se dicen muchas mentiras y ,aun más, se injuria. Es cierto que las falsas identidades, los abusos de confianza y los desengaños son abundantes y se debe poner freno a ellos. Tan cierto como que si no fuera por la protección que nos da ese anonimato, muchos nos escribiríamos. ¿O pensáis que Tronqueria, Tentirujo, Don dado o Vaion57 son parte del santoral?. ¿Que tenemos que ocultar?. En el fondo nada, no somos tan importantes. Pero muchos de los que escribimos, sobre todo los que no lo hacemos en primera persona, sino en tercera, y no sobre banalidades o sentimientos (que no lo son, es cierto), sino de la vida, de lo que transcurre en ella, y de los chorizos que la manchan, nos convertiríamos en muy vulnerables de ser plenamente identificados. Y es cierto que hay gente valiente y no pasa nada. Y recuerdo ahora a gente anónima como Aintze Zaratagabaster, autora de las crónicas de Arian, todo el día dando estopa a los nacionalistas vascos, y ahí sigue (creo).
Pero muchos escribimos sobre lo que nos rodea más cercanamente. No tenemos influencias ni apoyos, y resulta incomodo que cada vez que entras en clase, vas por la escalera de tu casa o entras en la tienda del barrio, alguien a quien no ha gustado un comentario se mete contigo a saco. Evidentemente, yo no me llamo Zina, ni siquiera me apellido Montenegro. Hace un año abrí un blog, con la ingenuidad de los quince años. Y con ella misma me dedique a contarle a todo el mundo que tenía un blog, y en él a contar las cosas que veía a mí alrededor. Quien no se rio de mi, se cago hasta en mis muertos. Un día me tuve que defender, a la salida del instituto de tres lectores disconformes con un post sobre Cañadio. Claro, yo no soy periodista, ni hombre, ni mayor de edad, ni tenía entonces detrás una organización que me respaldase. Ni siquiera escribo post sobre el amor, los sentimientos desatados y los manantiales de hormonas que arrastra mi sangre. No escribo bien. No suelo estar acertada, y carece de interés lo que escribo. Lo sé. Pero tengo la necesidad de comunicarme y de ejercer mi libertad y mi trocito de democracia tal como me lo enseño Proudhon, no Stuart Mill. Así que un día cerré mi blog, y volví a la sombra. Pero al cabo de un tiempo me pregunte. ¿Y por que he de callar?. Aunque no me lea nadie, porque no puedo decir, aunque sea bajito lo que veo, y la forma en que lo hago?. Así que abrí el blog de Zina. Una chica de pelo claro y amante del mar, como yo, pero sin rostro al que escupir. Luego descubrí al grupo eolapaz, y comencé a publicar con ellos. Ellos me apoyan, me permiten abrir mi corazón a más gente y sentirme más segura (como evax, vamos). Ahora una letona pretende que cuelgue en la red mi foto, mi nombre y hasta mi alma. Ella y sus escoltas pasean por Bruselas diciendo lo que quieren. Pero yo no. Si los camioneros deben ventilárselas con piquetes, imaginaros una cría de barrio.
No creo que haya que darle dramatismo al tema, porque no le tiene. Y es cierto que debemos solucionar una serie de problemas éticos y de privacidad que han surgido al popularizarse los medios de comunicación de masas, y al romper el monopolio que la prensa “oficial” tenía sobre la información. De hecho esos medios crean constantemente canales para sus usuarios, bien de pago (sms) o bien moderados. ¿O creéis que las zonas de comentario, los blogs tipo ciudadano M o Yo periodista reflejan todas las aportaciones del público?. ¡Por favor!.
De todas formas, existen medios jurídicos para el control de la información en casos graves. Hasta el punto de poder identificar los host de los blogs y actuar sobre ellos, al igual que un registro previo de identificación de blogs que contiene publicidad, y por tanto están sujetos a intereses. Y de todas formas conviene recordar que en la Unión Europea existen normas sobre comercio electrónico y sobre información digital que prohíben la autorización previa y el registro previo (directiva 200/31/CE articulo 4).
Con esto y con todo, el ataque contra las redes p2p, las maniobras legales en Italia contra las redes sociales, los proyectos de registro de blogueros, los permisos para cerrar paginas y blogs de forma cautelar. ¿Son coincidencias, acciones casuales?. Yo creo que no. El movimiento blog se está tornando peligroso, así que en los próximos años, todo un despliegue de medidas dejaran sobre el campo de batalla solo a los valientes, a los protegidos o a los suicidas.

Foto Guille Alvarez, cogida a traición