Oculto tras una esquina, convertido en un animal de feria,
mudo objeto de una cámara que captura los despojos de su vida para exhibirlos
de trofeo, Lui remueve las entrañas de su lánguido organillo, buscando la
piedad de una fugaz conciencia. No solo han llegado hoy en pateras, algunos ni
siquiera han llegado, siempre han estado ahí, olvidados tras nuestros pasos,
solo visibles para una cámara.
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