Es el aula
1. La redacción central de eolapaz y una de las aulas de sociales. Es un sitio
como tantos. Pupitres, pizarras y algunos mapas. Sólo era distinta en los
recreos. Estaba abierta y un frutero y una caja de galletas también. Te
sentabas en las mesas, leías con tu móvil el tablón de anuncios, jugabas y
charlabas. Allí pasábamos esos ratos hablando de la vida, en una conversación
intensa, profunda y rica que solía abrir Gerardo. Era un lujo escuchar a chicos
y chicas como él, que hablan, crean y contrastan cuando lo pide su ingenio, que
no suele coincidir con leyes y horarios. Sonaba el timbre a menos cuarto,
guardábamos las galletas, aparcábamos nuestra charla y abríamos el libro por la
página 23, como mandaba el programa. El talento no tiene horario, la educación
si.
La 1 os
hecha de menos, y yo .......
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