La
organización de los derechos del periodismo libre “Reporteros sin Fronteras”,
acaba de sacar a la venta, al precio de 8,90 € un libro de imágenes, encargado
en su factura a Studio Harcourt, una prestigiosa agencia fotográfica, dedicada
desde 1934 a
retratar a grandes estrellas de todos los ámbitos sociales. La iniciativa, que
pretende llamar a las conciencias sobre la libertad de expresión, y recaudar
dinero para defenderla, es continuación, en sus objetivos, del libro
fotográfico sobre el deporte, que vio la luz antes del Mundial de Fútbol de
este año, o el álbum homenaje a Gilles Caron.
En el libro
se pueden admirar imágenes tomadas a personajes como Brigitte Bardot, Alain
Delon, Salvador Dali, Annie Girardot, Jeanne Moreau y Charles Trenet, entre
otros.
El libro ha
salido al mercado bajo el titulo “Estrellas por la libertad de prensa” e
incluye en total 100 fotografías que retratan varias generaciones de estrellas,
personas al fin, que han contribuido a nuestra memoria colectiva. Es un
esfuerzo más en el intento de proporcionar esperanza, y, si es posible una
salida, a “hombres y mujeres que, apartados de la vista, se pudren en las
cárceles simplemente por haber cumplido con su trabajo: informar”, según ha
manifestado la organización.
En la
actualidad, según datos que obran en poder de RSF, más de 130 periodistas y 60
ciberdisidentes se encuentran encarcelados por “haber querido denunciar la
corrupción y dar caza a la verdad”.Son una muestra de hombres y mujeres de
verdad, afanados sin miedo ni pausa por defender y extender, no solo la verdad,
sino unos valores cívicos innatos al ser humano, y a veces desaparecidos en
medio de la perversidad, y de la ignorancia. Pero frente a las imágenes que
surgen para defender la libertad y la verdad, aquella por la que hay gente que
muere, hay canciones que permiten vivir a los que matan la vida y la libertad,
aunque claro, esto es opinable. Y si no que se lo digan a la Sala Primera de lo
Penal de la
Audiencia Nacional , que acaba de absolver a los integrantes y
al representante de un mal llamado grupo musical, que responde al nombre
“artístico” de sociedad alcohólica. Estos angelitos se dedican a escribir
canciones en las que desean la muerte a las personas, atacan a su dignidad,
maldicen a ciudadanos y describen la crueldad imprimida en la piel de la gente.
Pero eso no
es delito. Desear que un ser humano explote como un cerdo no lo es. Es un deseo
loable y que la sociedad debería alabar. A fin de cuentas se trataba de un
chivato policial. Y claro, si se mata a un chivato, un concejal o un policía,
eso no es delito según la Audiencia Nacional. Lo más curioso es que la Audiencia ha tenido en
cuenta que los integrantes del grupo han hecho públicas declaraciones en las
que “expresamente repudian las acciones de ETA y se muestran contrarios a todo
tipo de violencia”. A todo tipo. Luego desear la muerte cruel y el sadismo
sobre un ser humano no es violencia. La
Sala ha considerado que sus letras no constituyen “un delito
de enaltecimiento del terrorismo” y se ha referido a algunas de ellas, dando
por buenas las explicaciones de los músicos. Del tema “Palomas y buitres”, ha
dicho que “no hay datos objetivos” de que se refiera a la AVT. Respecto a
“Explota, zerdo”, ha afirmado que “roza” el delito pero sostiene que no se
refiere “a un policía, sino a un soplón”.
Letras como
las que se refieren a la policía como carceleros extranjeros, y en las que
invitan a los funcionarios a mirar sus coches y ver como vuelan como Carrero,
no esconden ninguna maldad. Han razonado los magistrados que desear
musicalmente que exploten los delatores no ensalza el terrorismo ni justifica
las acciones de la banda, ni supone desprecio alguno a las víctimas del
terrorismo y ello por una sola razón: no se refieren a un policía, sino a un
soplón de la policía. Conviene recordar que la categoría de “chivato” ha
servido a ETA para justificar sus crímenes. El de Ramón Baglietto, por ejemplo.
Es lo mismo que se dijo de aquel empleado de una tienda de bicis de San
Sebastián, padre de dos hijos, que recibió un tiro en la nuca en 1997. Es la
frase que tantas veces he escuchado en mi tierra, y que tanta sangre y dolor
nos ha costado a los vascos. “Algo habrán hecho”.Quizás si no os contásemos que
Reporteros Sin Fronteras busca ayuda para ayudar a quienes luchan y mueren por
la verdad, no sabríais nada de esos periodistas, moribundos en vida en mil
cárceles perdidas, en mil infiernos ocultos, de mil sombras que se ciernen
sobre la gente sencilla del mundo. Pero aunque yo no os lo cuente, seguro que
la mayoría sabéis que amenazar, desear el dolor ajeno, perseguir a quien dice
aquí la verdad y aplaudir a quien con violencia se ensaña en su prójimo, no es
delito. Curioso país donde callar la verdad es prudente y suplantar la libertad
con violencia es licito. Curioso país que vende libros para quien la cárcel de
la arbitrariedad calla su boca, y defiende a quien con una canción mata
conciencias y vidas, que con una canción nos hace esclavos del miedo.
imagen
noticias de Méjico. La información.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario