En 1813, embarcado a la vez en la ocupación de Rusia y en la
guerra española, bloqueado por la armada inglesa, y con una fuerte contestación
interna el Imperio Napoleónico se colapsó.
En España, el ejército español abandonó su guerra de
guerrillas, y apoyado por las tropas británicas del duque de Wellington,
infligía una dura derrota a los franceses en la batalla de Arapiles. Tras ella,
José I abandonaba Madrid y se replegaba a Navarra y Cataluña, con lo que el
Consejo de Regencia y la Cortes
extendían su dominio sobre España.
Tras su derrota, las potencias absolutistas convocaban el
Congreso de Viena iniciando un periodo llamado la Restauración que significaría
la vuelta al absolutismo, a las fronteras anteriores a Napoleón y la restauración
en sus tronos a los reyes que gobernaban antes de la Revolución , o sus
legítimos descendientes. De seguido las potencias obligaron a Francia a firmar
el Tratado de Valençay que anulaba los acuerdos
de Bayona, restituía en sus derechos a Fernando VII y establecía el abandono
francés de nuestro territorio.
Era el fin de la guerra y la recuperación de la
independencia. El campesinado, muy tradicional e influido por los privilegiados
celebró el regreso y comenzó a mirar de soslayo a la obra de Cádiz, reformista
e influenciada por las odiosas ideas extranjeras (ilustración).
Mientras el rey preparaba su regreso, y por mandato suyo, el
general Elio, junto a oficiales realistas fieles, se hace con el control, del
ejército, y protege una reunión de 69 diputados absolutistas, nobles, alto
clero y generales leales al Antiguo Régimen en Valencia, es el llamado
“Movimiento de los Persas”. De la reunión sale el llamado Manifiesto de los Persas que expone públicamente su defensa del
Antiguo Régimen, su oposición a las ilegitimas Cortes de Cádiz, su obra
legislativa y sus ofrecimientos de apoyo al rey para que recobre su poder
absoluto. Esta posición del ejército, la nobleza y el clero hacen ver al rey
claramente la posibilidad de restaurar el absolutismo.
Con todo a favor, el 4 de mayo de 1814, el rey, ya en España
declaraba, vía decreto que “ ... aquella Constitución y tales decretos, nulos y
de ningún valor ni efecto, ahora ni en tiempo alguno.
El decreto invocaba el origen divino de su poder y
justificaba su actuación por los engaños de Napoleón, acusando a las Cortes de
Cádiz de usurpación por haberse reunido sin respetar las normas tradicionales y
haberle despojado de su soberanía absoluta. Terminaba condenando a muerte a
quien defendiera la
Constitución , no sin antes prometer que convocaría Cortes estamentales.
Así comenzaba el llamado Sexenio Absolutista, en el que el rey procedió a
a- encarcelar a los diputados y los liberales más conocidos.
b- Restaurar el Santo Oficio,
c- Formar comisiones militares y tribunales encargadas de
perseguir a los liberales
d- Prohibición de periódicos y asociaciones.
e- Derogación de la constitución y todas las reformas
legales de Cádiz
f- Restitución de señoríos, privilegios y propiedad
amortizada de las tierras, con devolución de las incautadas durante la guerra y
entregadas a la población
g- Reimposición del sistema económico previo (diezmos,
mesta, gremios..)
h- Depuración de elementos liberales del ejército
La actitud del rey levantó inicialmente lo recelos de las
colonias, y tras ello su deseo de independencia, con lo que el Imperio comenzó
un final que culminaría en 1824, con la pérdida de todos los territorios
americanos, salvo Cuba y Puerto Rico. Esta actitud no solo se enfrentó con los
anhelos de libertad y buen gobierno de sectores burgueses de la población. A
esta demanda política hay que unir un país destrozado por la guerra y la
pérdida de la mayor parte de las colonias, que no sólo constituiría un desastre
para la hacienda, sino también un obstáculo para el desarrollo de la industria
y el comercio, por la pérdida de aquellos mercados.
Los pronunciamientos comenzarían un desesperado intento de
los liberales por acabar con el poder del rey. En 1814 seria el General Espoz y
Mina, en 1815 Juan Díaz Porlier se levantó en armas en la Coruña , en 1816 se
produciría la sublevación del triangulo, y en 1817 la sublevación de Milans del
Bosch y del general Lacy. Todas fracasaron en medio de una brutal represión.
Mientras, el rey gobernaba sin programa y sin reformas, con
la ayuda de la llamada camarilla, clérigos, aristócratas y militares de plena
confianza del rey, y que impedían cualquier cambio por leve que fuese, amparado
en una situación internacional muy favorable.
Sin embargo, las cosas empezarían a cambiar en 1819. Una
serie de buenas cosechas tiraron los precios, arruinando a los campesinos. La
marcha negativa de la guerra colonial impedía el despegue comercial e
industrial y arruinaba la hacienda, con el continuo envió de tropas y la falta
de recaudación.
El malestar campesino se inició, ante el hecho de que la
restitución del Antiguo Régimen obligaba a devolver las tierras y convertirlas
en pastos para los señores. Ante el hecho de que se reimponían los derechos
señoriales y los diezmos.
En 1820 estalló un rosario de revoluciones liberales en toda
Europa, las revoluciones del 20, en ese nuevo marco de circunstancias, las
tropas acantonadas en Cádiz para realizar una nueva expedición a América, se
rebelaron contra el rey el 1 de enero de 1820, de la mano del coronel Riego.
Tras proclamar la constitución de 1812, muchas otras ciudades le siguen, ha
comenzado El Trienio Liberal
El golpe militar triunfó gracias al apoyo de varias
guarniciones militares, pero sobre todo al descontento campesino y burgués.
Atemorizado por la situación, Fernando VII juró la Constitución de Cádiz
el 7 de marzo. Se iniciaba un nuevo experimento constitucional, pero marcado en
todo el Trienio (marzo de 1820-0ctubre de 1823) por la inestabilidad
gubernamental.
Antes de nada conviene recordar que el liberalismo era una
teoría política de raíz ilustrada y burguesa que había nacido durante la época
de las revoluciones, que expresaba el deseo de las capas urbanas de asumir el
poder en un clima de igualdad jurídica y que defendía:
a- División de poderes
b- Derechos y libertades
c- Igualdad ante ley
d- Soberanía nacional
e- Voto
f- Constituciones
g- Propiedad privada y libre empresa
Sin embargo, ya en estos primeros tiempos, el movimiento
liberal se encontraba dividido en sus planteamientos en dos bandos, y de ahí
provendría la debilidad del periodo.
Por un lado estaban los moderados,
partidarios de un gobierno fuerte, de un legislativo bicameral, libertad de
prensa limitada, sufragio censitario, defensa de la propiedad y del orden
social. Representaban a la burguesía urbana de negocios, y sus diputados
procedían del exilio, habían sido doceañistas, y eran minoría en las Cortes.
El otro grupo eran los radicales,
que luego se llamarían progresistas. Eran en su mayoría jóvenes, intelectuales,
oficiales jóvenes. Defendían llevar al máximo la filosofía de la constitución
de Cádiz, sistema unicameral, control parlamentario del gobierno, sufragio
universal, libertad absoluta de opinión, menor interés en la defensa del orden
y la propiedad, y fuerte anticlericalismo.
Una segunda causa de la crisis del Trienio era el Rey. Su
postura fue siempre desafiante y claramente partidaria de los absolutistas. El
rey pidió, secretamente, una intervención de la Santa Alianza , para
que enviara tropas que acabaran con los liberales y le ayudaran a restaurar el
Antiguo Régimen, como así ocurrió. Como los liberales también desconfiaban de
él, y él tenia constitucionalmente los poderes ejecutivo y legislativo (en
parte), se produjo una contradicción difícil de solventar.
Los gobiernos del Trienio, pese a todo, desarrollaron una
intensa labor legislativa, que sirvió de precedente para épocas y gobiernos
posteriores. Podemos dividir esa labor en varios apartados:
a- En el terreno agrario, el mas importante por significar
la ocupación y residencia de la mayoría de españoles se crearon leyes que
pretendían acabar con el Antiguo Régimen. Se favoreció a los propietarios
rurales y urbanos, lo que explica la desilusión del campesinado no propietario,
que acabaría enfrentándose al régimen. Son reformas de ese periodo:
- Eliminación de la vinculación de la tierra en todas sus
formas. Eso implicaba la desamortización de tierras comunales y baldíos, para
crear propietarios y conseguir dinero para solventar la deuda pública, y la desamortización
eclesiástica rural
- Reducción del diezmo a la mitad. Eso evitaría arruinar a
la iglesia, pero molestó a los campesinos, que de hecho, ya no pagaban nada
- Creación de un sistema fiscal basado en una contribución
directa sobre la propiedad
- Libertad de relaciones económicas en el campo
(arrendamientos, ventas..) lo que sirvió para que los propietarios revisaran al
alza los viejos contratos.
b- En materia religiosa, se desarrollo una política
anticlerical, visible en la exigencia al clero de jurar la constitución y
defenderla en iglesias y escuelas, se suprimió la Inquisición y la Compañía de Jesús, y las
vinculaciones. Pero el enfrentamiento radical vino de la mano de la Ley de Supresión de Monacales.
Por ella se disolvían todos los conventos regulares, menos los ocho de mayor
valor histórico y artístico; las órdenes se integraban en las diócesis, no
podían aceptar nuevos novicios, y se desamortizaban sus bienes para venderlos y
amortizar deuda. La consecuencia fue la rebelión de la iglesia, que adopto la
decisión de apoyar con toda su energía la vuelta al absolutismo y a defender
ante el pueblo la teoría del Altar y el Trono.
c- S e reorganizo la policía y el ejercito, colocándoles
bajo tutela del gobierno. Se mejoraron, sueldos, ascensos y dotaciones
materiales. Lo más significativo fue la creación de un nuevo cuerpo, la Milicia Nacional.
Un cuerpo militar de base burguesa, llamado a defender al régimen, no al país,
y que abría el paso a la intervención militar en política de las décadas
siguientes
d- Se reformo la educación, dando pasos para hacerla laica y
extendida a toda la población.
e- En el terreno financiero se renegocio la deuda anterior,
se recortaron gastos, se tomaron créditos para poder invertir y se inicio la
reforma que iniciaría en España un sistema de impuestos directos (sobre renta y
patrimonio) y, en menor medida en indirectos (consumos)
La intervención de la Santa Alianza y la oposición de
campesinos, clérigos y realistas provocó la caída del gobierno de Riego. Tras
varios meses de preparativos, la Santa Alianza , encomendó al ejército francés la
misión. 35.000 voluntarios realistas, (Los 100.000 hijos de San Luís) al mando
del duque de Angulema invadían España en abril de 1823, devolviendo al rey su
poder absoluto. Comenzaba la
Década Ominosa
El absolutismo desencadenó en España una represión feroz,
para la cual, el rey creó las llamadas Juntas de Purificación.
Como en 1814, Fernando VII volvió a restablecer las
condiciones jurídico-políticas anteriores, es decir, prácticamente las
anteriores a la guerra de la
Independencia : devolución de bienes al clero, restitución de
señoríos a sus titulares, restablecimiento de las rentas provinciales, de los
gremios, etc.
La situación económica continuó siendo catastrófica. La
derrota definitiva en Ayacucho contribuyó a ello. La falta de ministros
expertos y el fanatismo absolutista también.
La mayor parte de los líderes liberales (Alcalá Galiano,
Calatrava, Argüelles, Mina, Mendizábal...) tuvieron que refugiarse en Londres
hasta que la revolución francesa de 1830 les permitió pasar a Francia y
acercarse a la frontera, desde donde impulsaban pequeñas acciones militares.
Los últimos años estarán marcados por una muy leve apertura
a la industria y el acercamiento del rey a sectores liberales moderados y
reformistas. En gran medida buscando aliados que asegurasen que su hija Isabel
llegaría al poder a su muerte. El hecho radicalizaría a los absolutistas, que
veian en los actos del rey una traición y que no reconocian el derecho al trono
de una mujer. El llamado problema carlista acabaría convirtiéndose en un grave
conflicto dinástico que llevaría al país a la guerra civil una vez muerto el
rey.
Pero eso ya es otra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario