Jabi
Iraizoz es un donostiarra de 29 años que trabajaba como diseñador para Lost, y
colabora con proyectos solidarios como Ravalsurf. Mikel Aguirre tiene 27, es de
Fuenterrabia, fundó hace tiempo Uhingain surf elkartea-eskola, y es monitor de
surf y socorrista. Rafa Martínez tiene 29, es de Irún, también fundó Uhingain,
y trabaja como monitor y socorrista. Y Javier González, también es de
Fuenterrabia, es director de ventas de varias marcas de primera línea de ropa.
Hace diez
años decidieron dar más sentido a sus vidas y demostrar que el surf es más que
los clichés que nos dibujan como una banda de rubios de botellón y monas de
playa. Así nació Hands & surf, una iniciativa solidaria que pretendía y
pretende redimir de la penuria moral a comunidades peruanas sumidas en la
pobreza y destruidas por el terremoto de 2008.
Desde el
principio, Jabi, Mikel, Rafa y Javier han pretendido obtener ayudas, conseguir
materiales y aportar sus conocimientos y su ilusión para crear en los
municipios peruanos afectados por la pobreza y las catástrofes naturales un
escape a los niños más desfavorecidos, mediante cursillos itinerantes de surf,
a los que se unen ayudas alimentarias, apoyo escolar, asistencia médica y
colaboración con las ONG de la zona, ofreciendo a través del surf, lo que en
España llamamos una educación en valores a través del ocio. Lo mismo en la
colaboración entre ellos, en la concienciación de la necesidad de proteger el
medio natural y en el afán de superarse y luchar contra la adversidad.
Comenzaron
en 2007 estudiando la situación de la zona, planificando su labor, entrando en
contacto con el Gobierno peruano y con las asociaciones que trabajaban allí, y
sondeando la posibilidad de conseguir apoyo material aquí.
La primera
decisión fue concentrar el esfuerzo de la idea en la Costa Sur de Perú, cerca
de las zonas más depauperadas y situar la base de operaciones en Trujillo. La
segunda era iniciar una campaña aquí para recaudar fondos y materiales. Pronto,
y a través de fiestas, venta de pegatinas y camisetas, vieron claro que no
estaban solos. El mundo del surf se volcó con ellos. En menos de un año ya
habían sobrepasado los 3000 € en colaboraciones y un buen lote de material
(neoprenos, tablas, subset de iniciación, quillas FCS y fundas) entregado por
entidades como Pukas y Lost. Así que planearon todo para viajar a Perú. La
primera escuela se situaría en el pueblo costero de Huanchaco, a la que se
uniría pronto una segunda en Zorritas.
Al poco ya
estaban en Trujillo, el tiempo justo para organizar todo el material llegado
desde España y coordinar la labor educativa y asistencial con la ONG Skip , cuyo trabajo en
los barrios marginales de Trujillo, es digna de un monumento.
Como Jabi
ha contado muchas veces “Skip es una burbuja de aire sano en medio de la
miseria”.
Las
instalaciones de esta ONG están formadas por varias habitaciones, despachos,
aulas y una biblioteca para los niños. Su labor consiste en levantar servicios
sociales, educar a los niños de familias pobres y facilitar a estas, mediante
micro créditos, medios para abandonar la pobreza. Ubicados ya, y con todos los
permisos, nuestros cuatro amigos adquirieron un fabuloso Volvo coupe de 1966,
con el que recorrerían toda la costa sembrando felicidad, entre el amor a las
olas.
Puesta en
marcha la escuela en Huanchaco, decenas de niños cobraron rápidamente vida de
la mano de estos cuatro héroes. Pronto los periódicos y las radios de la zona
hicieron eco de la iniciativa de estos vascos, y las organizaciones vecinales y
los clubes de la región se ofrecieron a coordinarse con ellos.
No ha sido
un camino de rosas, han tenido muchas dificultades, han levantado recelos por
parte de grupos de la zona que les consideraban una intromisión neocolonial,
pero hoy, con la plena satisfacción de sembrar tanta felicidad entre tanta
desesperanza, su labor educativa y asistencial entre los niños de la costa sur
de Perú, florece con claridad actuando, incluso, como moderadores entre las
distintas entidades de la zona, en una labor de autentico liderazgo.
Hoy toda
una red de ayuda a la infancia se ha levantado en esa costa, con nombres
propios como los de Ricardo Kaufman, vicepresidente de la federación peruana,
el padre de Carlos o el corredor de Totora.
Hoy el
apoyo de BOZ wetsuits, el orgullo peruano en las marcas de surf, y de Sofía
Mulanovich (campeona del mundo peruana) han permitido conseguir más material y
convencer a las autoridades de cómo el deporte puede inculcar valores
saludables de autoestima, vida sana y sostenibilidad con el medio.
Hoy, Hands
& Surf crea escuelas gratuitas de Surf, desarrollando la educación y las
infraestructuras locales no solo en Perú, si no en otros paises visitados por
surfistas habitualmente, con la pretensión de que los amantes de este deporte
dejen en ellos una huella solidaria en el medioambiente y en sus gentes,
colaborando con organizaciones locales, grupos medioambientales y colectivos de
discapacitados.
La labor
continúa, y tu ayuda es también necesaria. Extiende la idea, haz ver a más
gente como el deporte y la vida natural puede redimirnos de muchas miserias,
ofréceles apoyo, ayúdales en lo que puedas y vive. Vive entre olas, vive en el
mar, vive en el respeto y la colaboración. Vive en el surf. Vive con los demás.
Pero vive.
Imagen Hands & Surf
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