La moda es
cíclica, tan pronto un producto se encumbra como desaparece, y muchas veces
solo por el capricho de alguien conocido que toma las riendas de las decisiones
de miles de sugestionables consumidores.
El último
impulso le han dado las grandes celebrities, que acaban de endiosar una línea
de zapatillas, Superga.
Se ha
convertido en el calzado preferido de mujeres de portada y anuncio, como Sienna
Miller, Katie Holmes o Liv Tyler, o de gurus de la moda desde sus blogs, como
Gala González o Sara Escudero.
Para todas,
Superga se ha convertido en el calzado indispensable para las actividades
matutinas, estilismos sport y
minimalistas o looks de noche y cierto toque de distinción.
Su fama le
ha llevado a realizar ediciones limitadas (como la de Disney), marcar los
colores de la temporada (siempre pasteles) o crear líneas de bolsos y
complementos a conjunto.
Hasta tal
punto llega hoy en día su fama, que la firma disputa con brio el primer puesto
mundial a un mito las Converse de Kurt Cobain.
Dicen que
de Italia llegó al mundo el calzado para gente chic y que desde los años veinte
del siglo pasado Superga ha creado el calzado para la gente, sin más apelativo.
Su éxito entre los famosos se produce a pesar de que no están confeccionadas
con delicadas pieles ni a través de las manos de exclusivos artesanos
encerrados en un lejano pueblo del Piamonte. Son zapatillas de loneta y suela
de goma que alguien ha decidido convertir en un icono de la moda “casual”,
posiblemente solo por la razón de usar algo que no usaba nadie hasta ese
momento.
Su origen
parece encontrase el llamado modelo 2750, una mítica ya zapatilla de suela de
caucho que el taller de Walter Martiny fabricó en 1925 en Turín con la etiqueta
“Superga” (el nombre de una pequeña iglesia de los alrededores de Turín).
Su carácter
resistente y barato hizo que triunfara como calzado popular en la posguerra
italiana, en la que la gente no tenía precisamente mucho dinero. Tras el éxito,
Martiny comenzó a trasladar su tecnología de suelas a calzados más
especializados (como tenis o baloncesto), hasta convertirse en un clásico
familiar.
El final os
le podéis imaginar. Igual que Levis elevó a la categoría de icono cultural sus
pantalones de faena, Martiny consiguió lo mismo (al igual que New Balance
converse primero). La única diferencia es que Superga ha sabido sobrepasar ese
elemento originariamente rústico para adentrase en el campo del estilo, el
diseño y el “fashionismo”.
Un signo
precursor de ese carácter “must” ha estado en los últimos años en la
personalidad y la hechura de sus modelos, muchas de ellas co-creadoras del
mito. Un ejemplo es el de las gemelas Olsen, que el año pasado diseñaron una
colección cápsula para Superga a través de la marca “The Row”, o el de Alexa
Cheng o el de la modelo británica, autora de una línea marcada por la
sencillez, los looks eficientes y el estilo más natural y cómodo.
Ahora la
marca italiana vuelve a revolucionar las portadas de moda de la mano de la
jovencísima modelo (19 años) Binx Walton. La modelo norteamericana no solo es
la protagonista de la nueva campaña, si no la directora creativa y la
diseñadora de cuatro diferentes modelos para la colección otoño/invierno
2015-2016.
Para el
publicista Carl Marshall, Walton da otra vuelta de tuerca al fenómeno
introduciendo “un toque “cool y diferente” caracterizado por su personal y
andrógino estilo”.
De esta
forma Superga se retuerce, buscando nuevos mercados y una imagen de más
modernidad aun, sustituyendo la imagen de grandes “it girls” como Alexa Chung,
la cantante Rita Ora o la modelo Suki Waterhouse por una imagen estudiadamente
ambigua y rompedora, en la figura grandes marcas como Céline, Chanel, Prada o
Marc Jacobs que han apostado con ella por rizar el rizo de la moda, la
asexualidad, y que la están convirtiendo la “futura cara de la moda” y el
diseño. Como Superga, la nueva cara de tus pies (o eso quieren decirnos)
Imagen
visualoptimist.blogspot.com
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