Marruecos, problema de (diccionario)

Presente en la primera mitad del siglo XX, es uno de los términos de vocabulario del texto 7, el manifiesto de primo de Rivera. España había iniciado su presencia en África, de forma más consciente, en el reinado de Isabel II, pero tras perder su imperio americano en 1898, había iniciado su presencia como potencia colonial, internacionalmente reconocida por la Conferencia de Algeciras (1906) que nos había encargado la tutela del norte de Marruecos. Pero la mala gestión de la administración colonial y el creciente sentimiento nacionalista habían llevado a España a una serie de desastres militares que costaban un alto precio en vidas y medios y un desgaste intenso de la imagen de políticos y militares. La intervención de soldados españoles en esta zona ocasionará la denominada “Guerra de Melilla” en 1909 (que originó los sucesos de la Semana Trágica). 

Tras la entrada de tropas francesas en Fez (1911), los españoles aceleran su penetración en la zona ocupando militarmente las regiones de Yebala y Rif Oriental. Esta ocupación queda confirmada tras el establecimiento de un protectorado franco-español en Marruecos (1912). La parte norte, con capital en Tetuán, quedaba bajo protección española, mientras que el centro y sur del país era para Francia, estando Tánger declarada como zona internacional. Pero la tensa situación internacional derivada de la primera Guerra Mundial complico la presencia española que se enfrento a la rebeldía abierta de las tribus rifeñas dirigidas por el caudillo Abdelkrim. En 1918 el alto comisario Dámaso Berenguer inició una serie de operaciones en Yebala para, de una forma paulatina, ir extendiendo el control español por todo el territorio. Pero el general Fernández Silvestre, comandante de Melilla, inicia por su cuenta una serie de arriesgadas operaciones que, aunque tienen un éxito inicial, lo que le vale el apoyo de Alfonso XIII, acaban en el desastre de Annual y monte. El desastre es de tal magnitud (12.000 bajas) que supone una crisis nacional. En 1923, Primo de Rivera, con apoyo francés iniciará la reconquista del Rif, acabando con el líder rebelde Abd el Krim. Es la operación de desembarco de Alhucemas. Desde 1927, con la rendición de Abdelkrim, la paz llegaria a Marruecos, siendo uno de los grandes triunfos de la dictadura.