21. "Describe la evolución de
la dictadura de Primo de Rivera, desde el Directorio militar al Directorio
civil y su final."
Desde el
verano de 1917 la situación política y social en España era crítica. Huelgas,
manifestaciones, gobiernos de concentración y deterioro de la convivencia eran
la fotografía del país. La derrota colonial en Annual extendió el descontento
al ejército, de manera que los rumores sobre un posible golpe de estado para
controlar la situación eran continuos.
Para
entender este paso del ejército, que desde la ley de jurisdicciones había
incrementado su papel en la vida pública, hay que tener en cuenta varios factores
1. Primero estaban
las consecuencias del desastre del Annual que había provocado 13.000 muertos y
la humillación militar. La derrota tuvo dos consecuencias: la exigencia del
ejército de un cambio político, de más medios y de apoyo para vengar la
humillación sufrida; y en la opinión pública de oposición a la guerra, y de exigencia
de responsabilidades.
La negativa
del gobierno a invertir más en Marruecos empujó a importantes dirigentes hacia
una acción golpista, entre ellos los africanistas, partidarios de llevar la
guerra hasta el final.
A ello se
sumaba la instrucción del expediente Picasso, que responsabilizaba a los
militares de la colonia (e incluso al rey por apoyar y nombrar a Berenguer y a
Silvestre), generando un fuerte enfrentamiento entre militares y políticos. Un
golpe de estado impediría que la investigación continuara y permitiría
restaurar las Juntas de Defensa, prohibidas en 1922.
2. Otra
causa está en el auge del nacionalismo en Cataluña y el País Vasco, pese a que
su actitud política no era radical ni anti española. De hecho el catalanista
Cambó había participado en varios gobiernos, y sólo pedía el mantenimiento de la Mancomunidad catalana
y un aumento de sus competencias. Pero para los grupos más conservadores y una
facción militar la existencia de estos partidos era una amenaza a la unidad de la Patria , posiblemente porque
estaban surgiendo grupos más extremistas como Acció Catalana, escindida de la Lliga en 1921.
3. Junto a
ello el golpe se explica por la descomposición de los partidos dinásticos y el
surgimiento de grupos cada vez más extremistas, como el Partido Comunista de
España (PCE), separado del PSOE en 1921.
4. Muchos
creían que la situación de desorden social sería corregida con un gobierno más
autoritario olvidando que parte de esa situación social procedía de la miseria
y las malas condiciones de vida y la protesta contra la corrupción endémica del
país.
Pero en
lugar de pensar como resolver esas condiciones de vida, los sectores más
conservadores solo pensaban en como frenar al movimiento obrero, visto en toda
Europa como una amenaza, especialmente tras la Revolución Soviética
de 1917, y las grandes huelgas de 1917 y 1921
5. Ante
todo ello, la visión de Ortega de un “cirujano de hierro” que impusiera el
orden y extirpara los males del país se abría paso entre las élites,
influenciadas por las ideas regeneracionistas.
6. Por último,
hay que señalar dos factores añadidos. En primer lugar, el apoyo del Rey. Quizá
fruto de su mala pericia como gobernante o por los sucesos que habían tenido
lugar en Italia, con la llegada de Mussolini al poder, Alfonso XIII valoraba, y
pese a que sus consejeros se lo desaconsejaron, colaboró con el golpe al no
oponerse y colaborar con Primo de Rivera.
Finalmente
la influencia del contexto internacional es evidente, como ya hemos adelantado.
La violenta
crisis económica, el trauma generado por la Gran Guerra y, sobre
todo, el triunfo de la revolución y el establecimiento del comunismo en Rusia
en 1917, alentaba los movimientos opuestos y militaristas.
En 1923 se
había producido ya la marcha Sobre Roma y la instauración de un gobierno
fascista en Italia, mientras que en Centro Europa predominaban los gobiernos
autoritarios y retrocedían las democracias. Resulta significativo que el golpe
de Primo de Rivera coincida en el tiempo con el ascenso de Mussolini y el
fracasado intento golpista de Hitler, ya líder del Partido Nacionalsocialista
alemán, en Múnich, en octubre de 1923.
En junio de 1923 un grupo de
generales, y entre
ellos varios africanistas, llegaron al acuerdo de preparar un golpe e instaurar
un “Gobierno fuerte”. El hombre elegido era un militar de prestigio,
distinguido por su lucha contra el movimiento obrero desde su cargo de Capitán
General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera.
Primo de
Rivera se sublevó el 12 de septiembre contra el Gobierno. Pese a la oposición
de los partidos de izquierda, el golpe triunfó gracias al silencio, primero, y
al apoyo, más tarde, del Rey.
La prensa
publicó un manifiesto del general en el que se planteaba el golpe como una
acción regeneracionista tendente a alcanzar tres objetivos: solucionar el
problema marroquí, imponer el orden social y apartar a los partidos políticos
de la vida nacional, culpándolos de la situación del país, limpiando así una
vida política marcada por la ineficacia y la corrupción.
Sería por
tanto un “paréntesis”, tras el cual los militares devolverían a la nación un
país “sano”.
Tras el
beneplácito del rey, Primo de Rivera creó un Directorio Militar compuesto exclusivamente por jefes del ejército.
Iniciada la
dictadura, Primo de Rivera sustituyó a todos los gobernadores civiles
por militares, que asumieron todo el poder en las provincias; y cambió a la
mayor parte de los altos cargos de la Administración por mandos militares o por
funcionarios de segunda fieles.
Además,
decretó la suspensión de las garantías constitucionales y de los derechos y
libertades, así como decretó la disolución del Congreso y el Senado, con lo que
el poder legislativo quedaba eliminado. Por último se estableció una férrea
censura de prensa.
El
Directorio Militar trabajó para acabar con los viejos partidos de la Restauración y el
régimen parlamentario, pero no con el poder de la oligarquía de terratenientes
e industriales, que prosperaron aun más con la dictadura.
El
Directorio dio síntomas desde el principio de no encaminarse a un “paréntesis”
si no a ser un sistema implantado con fuerza.
Así, el
Directorio Militar creó el Estatuto Municipal de 1924, obra directa del
conservador José Calvo Sotelo, que buscaba una mayor autonomía económica de los
municipios (especialmente en materia fiscal) y acabar con el caciquismo. En la
práctica, sin embargo, la autonomía fue pequeña, por el poder de los
gobernadores y el caciquismo apenas fue recortado, ante la falta de un sistema
electoral democrático. Al amparo de la prosperidad económica si que se
realizaron múltiples inversiones.
Tampoco
tuvo éxito su intención de extender a todo el país los somatenes
catalanes, un cuerpo armado auxiliar v contrarrevolucionario adicto al régimen,
a imitación del modelo italiano fascista y protegido por la Ley de Jurisdicciones.
Suspendidos
los partidos y las cortes el dictador decidió crear un soporte ciudadano a la
dictadura. Así en abril de 1924 decidió unificar las distintas Uniones
Patrióticas que habían surgido después del golpe en los círculos católicos
y conservadores, especialmente la Asociación Católica
Nacional de Propagandistas del cántabro Ángel Herrera.
Del nuevo
partido, la Unión
Patriótica , dirigido por un militar, saldrían los miembros de
la Asamblea Nacional
que crearía la nueva constitución monárquica.
En materia
regionalista, el Directorio empezó con una actitud agresiva hacia Cataluña
ya que se prohibió el uso de la bandera catalana y su himno nacional, Els
segadors, y restringió el uso del catalán al ámbito privado y la Mancomunidad agonizaba,
lo que empujó a muchos regionalistas a
apoyar a la República ,
bajo el liderazgo del hasta entonces minoritario Estat Catalá de Francesc
Maciá.
En temas de
orden público, y tras una etapa inicial de prohibiciones hacia el movimiento
obrero, ejecuciones y encarcelamientos, las protestas desaparecieron.
Pero
faltaba un objetivo esencial: Marruecos.
Aunque
inicialmente se produjo una retirada táctica y algún tímido intento de
negociación, las presiones de los africanistas (como Sanjurjo, Queipo de Llano,
Millán Astray y Franco) impulsaron una estrategia más agresiva.
Tras un
nuevo ataque de los rebeldes rifeños en la primavera de 1925, Francia y España
acordaron un desembarco en la retaguardia marroquí, que tuvo lugar en la bahía de
Alhucemas el 8 de septiembre de 1925.
La
operación permitió romper en dos la zona controlada por los marroquíes, cuyo
frente se desmoronó. A mediados de 1926 Abd-el-Krim se entregó a los franceses. La guerra había terminado, Primo de Rivera
era ahora, un héroe nacional.
En
diciembre de 1925, en su momento de máxima popularidad Primo de Rivera propuso
al Rey la sustitución del Directorio Militar por un Directorio Civil, en el que tan solo interior permanecía en manos
militares. Todo indicaba que el régimen buscaba perpetuarse.
En 1927 se
formaba una Asamblea Nacional Consultiva constituida por 400 miembros
elegidos mediante sufragio restringido por municipios, provincias, Iglesia,
Ejército, sectores de la cultura, intereses económicos, etc. Se le encargó la
elaboración de una nueva Constitución. El documento recogía Cámara única de
elección no democrática y una gran concentración de poder en el rey. El texto
sería rechazado en 1929, incluso por el propio dictador.
Pese a
estos fracasos el régimen se mantuvo hasta 1930, tanto por victoria en
Marruecos, como por la prosperidad de la segunda mitad de la década a nivel
mundial.
Esa
prosperidad económica fue el respaldo a un importante programa económico
en parte inspirado en los sistemas totalitarios europeos.
Las
inversiones en carreteras y obras hidráulicas o la creación de monopolios
estatales en telecomunicaciones o petroleos son buena muestra de esa política, así como lo fue el enorme crecimiento de la
deuda, que deberían gestionar, años después, los gobiernos republicanos.
En el
ámbito social en 1924 se había creado el Consejo Nacional del Trabajo
que intentaba suplir la promovida en los años anteriores por el Instituto de
Reformas Sociales.
Se crearon subsidios
a familias numerosas, el seguro de maternidad o el apoyo a los emigrantes.
En 1926 se
creó la Organización
Corporativa del Trabajo, una organización mixta
para la regulación de los problemas laborales. Se organizaba en Comités
Paritarios formados a partes iguales por obreros y de patronos, a imagen del modelo
corporativo italiano, tutelado por el Estado.
Pero a partir de 1927 la Dictadura perdió
iniciativa y justificación. Ahí comenzó a gestarse la oposición.
Opuestos al
golpe, muchos políticos de los partidos dinásticos se fueron alejando del
Monarca y se pasaron al republicanismo. Así la Alianza Republicana
llegaría a agrupar en estos años 100.000 afiliados.
También
comenzaron a mostrarse contrarios al régimen los sectores liberales y los
afectados por las arbitrariedades de Primo de Rivera en los ascensos.
En el mismo
lado de oposición se colocaron los intelectuales que en casos como Unamuno,
Marañón o Jiménez de Asúa fueon muy combativos
El
principio del fin llegaría en 1929 con el rechazo a la Constitución de la Asamblea Nacional.
En febrero de 1929 se produjo un intento
de sublevación militar y desde marzo se sucedieron manifestaciones y alborotos
en la Universidad ,
protagonizados por los estudiantes organizados en la Federación Universitaria
Española (La FUE ).
En el otoño
se desencadenó el desplome financiero internacional a raíz del crack de Wall
Street. La ruina de muchas empresas y el hundimiento de la peseta produjo una
oleada de huelgas.
Primo de
Rivera, cansado. Enfermo de diabetes, presionado por el Ejército y una oligarquía
descontenta, incapaz de dominar la calle, intentó por última vez conseguir el
apoyo de la Corona. Pero Alfonso XIII aplazó su
respuesta, consciente de que ya no podía respaldarle
El 27 de
enero de 1930 el Dictador presentó su dimisión al Rey, cuando éste ya realizaba
gestiones para sustituirle.
Tras
despedirse del país con un nuevo Manifiesto, se exilió en París, donde murió
pocas semanas más tarde. El Rey entregaba el poder al denostado jefe militar en
los tiempos de Annual, el general Berenguer. El rechazo a este nuevo directorio
provocaría el nombramiento, como jefe de gobierno, de un nuevo militar, el almirante
Aznar en febrero de 1931, que convocaría las elecciones municipales de abril de
1931, en las que el triunfo de los republicanos en las capitales de provincia llevaría
a la proclamación de la
República el 14 de abril de 1931.
En conclusión debes hablar de
• El golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, capitán
general de Cataluña, septiembre de 1923.
• Causas del golpe: regeneración de la vida política; la
cuestión de las responsabilidades por desastre de Annual; reivindicaciones
obreras, nacionalistas, desorden público
• Directorio Militar (1923-1925):
• Directorio Civil (1925-1930):
• Dimisión y exilio de primo de Rivera, enero de 1930.
• Mencionar: gobierno del general Berenguer
(“dictablanda”). Gobierno del almirante Aznar en febrero de 1931,
convocatoria de elecciones municipales (12 abril): victoria de los
republicanos en las capitales. Proclamación de
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