El texto es un manifiesto, y como tal pretende defender una postura de forma publica, la vigencia de la monarquía y los derechos legales y valores personales de Alfonso XII, que aspira a recuperar el trono para los borbones y restaurar la monarquía liberal
El texto se articula en tres grandes párrafos o ideas
En primer lugar el texto defiende los derechos del joven rey con tres razones. Su dinastía es la única con derechos, dentro de ella él es el representante único, al haber abdicado su madre y la situación de falta de libertades (régimen de excepción de Serrano) que hace más necesaria la monarquía como garante de derechos y libertades
El segundo grupo de argumentos gira en torno a los valores de la monarquía constitucional, como mejor sistema para España por cinco argumentos. Para el autor es lógico que los españoles vuelvan sus ojos a la monarquía por que esta no ha sido obstáculo, antes lo contrario para que los españoles hayan defendido en el pasado sus libertades. Pone para ello dos ejemplos, la guerra de la independencia en la que España recuperó su libertad, y la guerra carlista que concluiría en 1840 con la derrota absolutista. Se defiende este sistema en base, también, a la flexibilidad de la monarquía, aludiendo a la convivencia de partidos diversos (moderados y progresistas). Junto a ello, la defensa del voto por la monarquía y la convivencia permanente de esta con las cortes, desde tiempos inmemoriales son garantías de que el rey va a saber gobernar junto a la representación de la nación.
El tercer párrafo registra la parte de promesas de programa político y la defensa de los valores personales del nuevo monarca. Así el rey expone su programa político, sus promesas si regresa: monarquía constitucional, flexibilidad y no autoritarismo, aceptación de la voluntad nacional a través del sufragio, papel, dirigente de las cortes y adecuación a los tiempos. Toda una lista de argumentos a favor del liberalismo parlamentario, sin mención a la democracia.
Termina con exaltación de su persona, joven, que ha sufrido como su pueblo el destierro, que ha estado en contacto con la Europa moderna (Inglaterra), católico, español, liberal (signos de combinar la modernidad con tradición y respeto a la mayoría sociológica del país, que aspira a llevar a España a la modernidad.
Aquí tienes un resumen esquemático de todo esto
Argumento 1: Necesidad política de restaurar la monarquía en su persona
Abdicación de Isabel II
Único representante monárquico
No existe sistema político
Argumento 2º: valores de la Monarquía constitucional
Papel histórico de la monarquía constitucional
Sistema flexible
Defiende el voto
Comparte soberanía
Esta unido a la historia de España
Argumento 3º: valores personales
Es un joven que comprende el sufrimiento del pueblo
Es europeo
Español, católico y liberal
Y aquí tienes una referencia de los párrafos del texto
Que se corresponde con este reparto del texto, donde cada párrafo es una idea, y donde cada término subrayado es una idea secundaria que debes explicar
Por virtud de la espontánea y solemne abdicación de mi augusta madre, tan generosa como infortunada, soy el único representante yo del derecho monárquico en España […]. Huérfana la nación ahora de todo derecho público y privada de sus libertades, natural es que vuelva los ojos a
su acostumbrado derecho constitucional y a aquellas libres instituciones que ni en 1812 le impidieron defender su independencia ni acabar en 1840 con otra empeñada guerra civil […]. Afortunadamente la monarquía hereditaria y constitucional posee en sus principios la necesaria flexibilidad […] para que todos los problemas que traiga su restablecimiento consigo sean resueltos de conformidad con los votos y la convivencia de la nación. No hay que esperar que decida yo nada de plano y arbitrariamente; sin Cortes no resolvieron los negocios arduos los príncipes españoles allá en los antiguos tiempos de la monarquía […].
Por mi parte, debo al infortunio estar en contacto con los hombres y las cosas de la Europa moderna, y si en ella no alcanza España una posición digna de su historia […] culpa mía no será ahora ni nunca. Sea lo que quiera mi propia suerte, ni dejaré de ser buen español, ni […] buen católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal”.
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