Conocemos
con el nombre de Restauración un periodo de tiempo caracterizado por el regreso
a España de la monarquía liberal y la dinastía Borbón. Aunque la Restauración abarca
hasta 1931, nos centraremos en este básico a lo que ocurre hasta 1902, periodo
marcado por el reinado de Alfonso XII y la regencia de Mª Cristina de
Habsburgo).
En 1874,
ante la crítica situación del país (insurrección cantonal, guerra carlista y en
Cuba, radicalismo obrero, aislamiento internacional, división de los partidos
republicanos y oposición de alfonsinos, carlistas y la iglesia). Un grupo de
militares liderados por Pavía y Serrano disolvió el congreso y proclamó un
gobierno (aun teóricamente republicano) dirigido por el general Serrano y
formado por políticos demócratas y radicales. El gobierno se esforzó en
controlar la rebelión cantonal, obrera y carlista y se centro en el
restablecimiento del orden.
Mientras
tanto Canovas, líder de los alfonsinos, convencía a las clases dirigentes y a
los propietarios que el hijo de Isabel era la única salida y que su gobierno
garantizaría el dominio oligárquico, pero evitaría los vicios de los años
anteriores: golpes de estado, revueltas y marginación del poder de la oposición
burguesa. Por eso Canovas pretendía la aceptación del nuevo rey, y su regreso
por petición pacifica de las cortes.
Para ello,
y bajo la dirección de Canóvas Alfonso XII había firmado en su retiro de
Sandhurst un manifiesto en que ofrecía como rey y defendía los principios de su
gobierno: la profundización de los principios liberales en sentido democrático,
la defensa de las libertades, la defensa de las clases medias y de las
tradiciones españolas y el orden.
Sin
embargo, el pronunciamiento militar del general Martínez Campos a favor de la
monarquía aceleraría los acontecimientos y provocaría el regreso de Alfonso tal
como Canovas no quería, sin legitimación, si no por una intervención militar.
Un mes después, Alfonso aceptaba el trono y llegaba a España para asumir el
poder.
2. El marco
histórico europeo
Es preciso tener
en cuenta que estamos en los años posteriores a la comuna de Paris. Europa sale
de la crisis, y la situación internacional, aunque tensa (estamos en los
albores de la Primera
Guerra mundial) se estabiliza, trasladándose las tensiones
del centro de Europa a los Balcanes. La Segunda Revolución
Industrial se afianza, y con ella el colonialismo, por lo que las clases
dirigentes buscan la necesaria paz que permita el desarrollo de sus negocios.
Los estados europeos son mas conservadores y republicas y monarquías han tomado
un sesgo moderado. Todo lo tenia de cara.
Tras
acceder al poder, Alfonso XII nombrará como primer ministro a Antonio Canovas,
el cual va a actuar en tres grandes campos:
2.1. En
primer lugar se buscó acabar con la violencia y controlar el país.
La
movilización masiva de los recursos financieros del estado permitiría derrotar
a los carlistas (manifiesto de Somorrostro) en el norte, tras lo que la
represión llevaría a la supresión de los fueros vascos, ultimo paso para la
unificación administrativa y económica del país.
Tras ello
se sofocaron los últimos reductos cantonales y obreros.
Una acción
militar contundente en Cuba concluyó con la Paz de Zanjon, que conseguía la paz en el
territorio y la obediencia de la colonia a cambio de promesas de desarrollo,
autonomía y libertades de comercio. Pese a contar con todo a favor para una
victoria aplastante, el gobierno opto por el dialogo para no provocar la
intervención estadounidense. El incumplimiento de estas promesas y la represión
sobre los vascos, sembrarían dos graves problemas futuros.
2.2. El
control político del país fue la segunda tarea.
Se
colocaron al mando de las provincias y ayuntamientos a políticos fieles a la monarquía,
se suspendieron o recortaron derechos, creando una situación de excepción, se
persiguió con saña a políticos y dirigentes de la izquierda o de los partidos
del sexenio no monárquicos, se restableció el Concordato para conseguir el
apoyo de la iglesia o se endurecieron los procedimientos judiciales. Pero junto
a ello, el gobierno proclamo una amplia amnistía y entro en contacto con
líderes del sexenio proclives al restablecimiento de la monarquía.
2.3. La
tercera cuestión era la más importante, crear las bases del régimen.
Canovas
aceptó que el régimen debería nacer de la razón y la legitimidad, y no de la
fuerza. Convocó elecciones a cortes constituyentes, por ello la nueva
constitución nacería con un claro respaldo legal. Y para mas claridad esas
elecciones se convocaron con la ley electoral del Sexenio, sufragio universal
masculino, y en un clima de cierta libertad, con la única prohibición de los
partidos antisistema (obreros, federalistas y carlistas). El resultado: nadie
podría acusar al régimen de nacer de un golpe.
Tampoco era
un riesgo, los caciques se emplearon a fondo y los resultados fueron claramente
favorables a Canovas. Tras las elecciones el nuevo parlamento sustituyó
pacifica y legalmente las leyes del sexenio por otras aprobadas por una
comisión de notables formada por antiguos parlamentarios, y en su mayoría
conservadores.
Las bases
ideológicas del régimen
El
ejército: Su misión defender el país y el orden establecido y la legalidad.
Pero no intervenir en política, los pronunciamientos se habían acabado.
La
monarquía: era la forma de estado, sin discusión. Es más, se dejó sentado el
concepto de constitución interna. Antes de las leyes instituidas por los
hombres (constituciones) han existido en España las cortes como representación
de la nación y la monarquía como constructora de España y ungida por Dios. Por
ello, cortes y rey son depositarias de la soberanía, ilegislables y superiores
a la constitución. Este es el concepto de constitución interna y es vital.
Los
partidos: De lo anterior se infiere que los partidos que no aceptasen la
monarquía o estuviesen en contra del poder oligárquico quedaban excluidos del
juego político y prohibidos. Por ello el sistema se articulo en torno a dos
grandes (bipartidismo) partidos:
Conservadores:
Era el partido de Canovas. Representaba a los antiguos moderados y unionistas,
los alfonsinos. Era heredero del liberalismo doctrinario. Defendía los
intereses de la propiedad agraria, la oligarquía y los monárquicos. Eran
proteccionistas y poco dados a los cambios sociales. Sus lideres Canovas, Dato
y Silvela
Liberales:
Tomaron este nombre la unión de los restos del sexenio. Representaban la
ideología progresista y demócrata monárquica. Librecambistas, defensores de las
libertades, el sufragio universal masculino y la apertura del régimen,
defendían los intereses de la burguesía urbana, intelectuales y pequeños
propietarios industriales. Sus lideres Sagasta, Canalejas y Romanones.
El turno:
El problema anterior había sido que al tomar uno el poder, el otro partido solo
podía acceder a el mediante un golpe. Para evitarlo, el rey designaría
alternativamente que partido gobernaría según su criterio, tras ello, se
amararían las elecciones para dar sensación de legalidad y ese partido
accedería al poder. Eso crearía una alternancia pacifica que dotaría al país de
una cierta estabilidad.
Caciquismo:
seria el arma del régimen para garantizar la paz en el campo, el control del
país y el apaño de las elecciones.
Eclecticismo:
el régimen intentaría reunir modernidad económica y política y tradición
social, seria por tanto una mezcla de las ideas del 45 y del 68.
Junto a
esas leyes no escritas (bases de la Restauración ) y al mando de un rey soldado (como
le presento la propaganda) los monárquicos alfonsinos, los hombres de negocios
y los militares, empeñados en proteger sus intereses, el orden social y la
propiedad serían la base social del sistema
La
constitución de 1876
Se
pretendió un compromiso entre la Constitución moderada de 1845 y la democrática de
1869. Pretendía dar cabida en ella a las principales tendencias políticas del
país, evitando las exclusiones de cualquier grupo que aceptara el sistema.
La
declaración de derechos individuales coincidía en muchos aspectos con la Constitución de 1869,
lo que le daba una configuración liberal y protegía los logros del Sexenio
(seguridad personal, inviolabilidad del domicilio, libertad de residencia, de
conciencia, de reunión, de enseñanza, etc). El pero estaba en la protección de
estos derechos, regulados (recortados) en leyes posteriores, y que no citaban
siquiera los derechos colectivos. El problema no era doctrinal, sino de
garantías, puesto que al tener estas leyes de derechos que ser desarrolladas
por leyes posteriores, quedaban completamente a merced de la interpretación del
gobierno
El sistema
de gobierno era, sin embargo, un calco del de 1845, esto es, muy conservador.
Se concedían grandes atribuciones a la corona (soberanía compartida entre las
Cortes y el Rey, el poder ejecutivo recaía en el rey, que lo ejercía a través
del gobierno, el poder legislativo recaía en el rey junto con las Cortes, el
rey también sancionaba las leyes y poseía veto, también podía convocar y
suspender las cortes).
Las Cortes
se componían de dos cámaras. El senado era muy conservador al estar formado por
minorías privilegiadas. Sus miembros eran elegidos: unos por elección popular,
otros eran vitalicios y eran elegidos por la corona, y otros por derecho propio
(grandes contribuyentes). El congreso se elegía por sufragio censitario.
En el
aspecto religioso, el estado se declaró confesional, ante la presión del
Vaticano y las jerarquías eclesiásticas, aunque se permitió la práctica de
otros cultos. También se le permitió a la Iglesia ejercer el control de la Educación en la Enseñanza. A cambio
el Vaticano apoyo al régimen en el interior y en el exterior presionando a
otros estados para defender la posición colonial Española en el Pacifico y en
Cuba.
El sistema era
claramente centralista, como indica la ley de ayuntamientos, que los colocaba
al arbitrio del gobierno.
4. La
crisis de 1885
Hasta 1890,
el sistema funcionó. Mayoritariamente gobierno Canovas y su partido y no se
plantearon grandes problemas.
El capitalismo
español siguió su desarrollo amparado por una legislación que no dejaba defensa
al obrero, y que podía ser ampliamente explotado. España se convirtió así en un
paraíso de la inversión. La política librecambista de muchos estados favoreció
la exportación española. La ruina de los viñedos franceses abrió mercado y fue
un ciclo de buenas cosechas. Además el estado consiguió el equilibrio fiscal y
el saneamiento financiero.
Fueron años
de desarrollo de la textil algodonera, de la minería y de la siderurgia. Los
ferrocarriles florecieron y mejoraron servicios públicos como correos, energía
eléctrica o carreteras. Sin embargo los problemas tradicionales de la economía
nacional (tecnología, consumo interno, capitalización, diferencias de renta) no
se solventaron.
La primera
prueba de fuego del sistema vino en 1885. El rey murió prematuramente, dejando
una viuda embarazada, pero sin hijos varones vivos, con lo que la continuidad
dinástica no estaba asegurada. El riesgo, era un vacío de poder y nuevos
levantamientos republicanos. Conservadores y liberales firmarían el Pacto de El
Pardo, por el que ambos partidos se comprometían a respetar a la reina como
regente, defender el turno pacifico y apoyar el sistema.
En 1885 la
regente llamaría a gobernar a Sagasta, el cual dirigiría uno de los gobiernos
más largos y estables, el llamado parlamento largo, durante el cual, y apoyado
en la buena salud económica del régimen se iniciaría una importante apertura y
reforma constitucional basada en tres puntos:
-Sufragio
universal masculino
-Libertades
de prensa, asociación y expresión
-Reimplantación
de los jurados
-Mejora de
la legislación laboral.
-Abolición
de la esclavitud en Cuba
Las leyes
fueron recibidas por la nación con júbilo, pero a partir de 1890 todo empezó a
cambiar, y el régimen nacido en Sandhurst entró en crisis, una larga crisis que
le llevaría a su final: Europa se acercó a un periodo recesivo. El malestar
económico pronto se transformaría en político, justo cuando los grupos
antisistemas eran libres para votar y presentarse a elecciones. En ese
panorama, el caciquismo y las libertades fueron entendidos como una burla.
5. El
nacimiento de la oposición a la
Restauración
Los
primeros en renacer serian los republicanos, representante de una clase media
culta que se oponia a los amaños del régimen. Estaban divididos y carecían de
gran apoyo popular, pero su influencia intelectual era enorme.
El
movimiento obrero había quedado borrado del mapa en 1876. Sin embargo desde
1890 tres factores confluyeron para reactivarlo: las leyes del parlamento
largo, el desarrollo industrial que los hacinaba en grandes cantidades en las
ciudades y las graves diferencias económicas que vivía el país.
Consciente
del peligro de la situación, los gobiernos de la época estudiaron como mejorar
sus condiciones de vida. Así nació la Comisión de Reformas Sociales en las cortes de
1883. Pero ni los industriales estaban por la labor de incrementar sus costes
laborales con seguros y sueldos, ni el gobierno tenia recursos para hacer lo
mismo. De esa frustración y esas malas condiciones de vida se volverían a
nutrir los grupos revolucionarios.
Desde 1881
el anarquismo rebrotó, creó la
Federación de Trabajadores de la región Española y comenzó
con sus actividades con apoyo extranjero. Pronto se dividirían en dos: los
anarcosindicalistas, partidarios de la autoayuda y de evadirse la sociedad, y
los de la acción directa, del terrorismo y la eliminación del estado. Ellos
serian los causantes del asesinato de Canovas, Canalejas o Dato entre otros
ministros.
Tras ellos
se organizaría el movimiento socialista. Desde 1879, de forma clandestina,
funcionaba una acción sindical (UGT) y un partido político, (PSOE fundado en
Madrid por Pablo Iglesias). Tras las leyes de Sagasta comenzaron a presentarse
a las elecciones con objetivos muy claros y medios pacíficos: abolición de las
clases sociales, liberación de los trabajadores, conquista del poder del estado
y colectivización de la propiedad.
Los
regionalismos surgieron como reacción al centralismo político reivindicando la
identidad cultural de una región. Son partidos que representan a la burguesía
comercial o industrial de la periferia, y que pretenden la descentralización
política de su región para mejorar un gobierno que ya se ve viejo, corrompido y
obsoleto a las puertas de XX, y en el que la clase dirigente solo aspira a
mantener su dominio.
En Cataluña
el primer paso fue el movimiento cultural Renaixenca. Tras la crisis de los 90,
este movimiento se transformo en reivindicación política a través de las llamadas
Bases de Manresa, documento que bajo la dirección de Valenti Almirall y Prat de
la Riba
reivindicaba la recuperación de las señas de identidad de Cataluña y a largo
plazo la
Independencia Catalana. Concienciada la sociedad catalana de
los beneficios de la autonomía. De aquí surgirían los partidos regionalistas
como la Lliga ,
defensores de:
. El logro
de la autonomía
• La
defensa de los cargos públicos para los catalanes.
• La
defensa de la oficialidad del catalán como lengua.
El
movimiento seria, sin embargo pacifico y colaborador con el gobierno central,
hasta el comienzo del siglo XX, bajo la dirección del catalanista Francesc
Cambó.
Otro tema
fue el vasquismo. Su carácter resulto mas agresivo al mezclarse
reivindicaciones foralistas (la perdida de los fueros en la ultima guerra
carlista) ideas contrarias a los inmigrantes industriales que españolizaban el
territtorio y agredian su cultura, rasgos de catolicismo rancio e integrista y
reivindicaciones de autonomia política.
Reivindicaba
la lengua y la cultura Vasca y estaban en contra del proceso. Sabino Arana
configuró el Primer Programa Nacionalista Vasco que defiende la raza, el catolicismo,
los fueros, la independencia de las vascongadas, el Euskera, el Antiespañolismo
y las costumbres Vascas. Sabino Arana nombró a la Patria de todos los Vascos
como Euskadi y en 1895 fundó el PNV, ultra conservador y opuesto al
liberalismo. Atacaba tanto a la clase dirigente vasca como al movimiento
Obrero.
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