domingo, 13 de noviembre de 2011

Tanos, tierra peligrosa



¿Ignorantes, necios o desaprensivos?. A veces es difícil encontrar el calificativo exacto para quienes son los (i)responsables que dirigen la cosa pública. Tanos es un pequeña localidad en las afueras de la ciudad de Torrelavega. Pese a estar alejada del centro de la ciudad, alberga la estación de ferrocarril de vía ancha, mientras por el centro transita la red de vía estrecha.



La estación de Tanos no es solo una estación de pasajeros, si no que por ella discurren un buen número de mercancías que entran o salen desde la Meseta camino de Santander. Entre ellas cisternas cargadas de gases inflamables como el butadieno o el estileno. Los convoyes que transportan esos gases no solo pasan por esa estación, que me imagino es algo propio de muchas estaciones españolas, sino que se trasvasan a camiones cisterna en esa misma estación, o permanecen periodos prolongados de tiempo parados en vías secundarias a la espera de la orden de seguir en transito o ser descargadas.Como me imagino que comprenderá cualquiera, el laboreo de gases y su movimiento de unos recipientes a otros exige una tecnología, por mínima que sea, y unas instalaciones adecuadas para realizar la operación con seguridad para su entorno y sus trabajadores. No es el caso. La estación de Tanos carece de las medidas necesarias para realizar esas operaciones y de instalaciones adecuadas.
El problema no concluye ahí. No parece que el sentido común nos permita comprender como esos vagones cargados de mercancías tóxicas se “aparcan” en vías colocadas a unos pocos metros de la estación de pasajeros, y a poco más viviendas, instalaciones ganaderas y hasta un complejo educativo. De hecho, la zona ha crecido como barrio residencial en los últimos años, recibiendo importantes dotaciones de servicios, a la sombra de los gases. Como en España no nos cortamos un pelo, cuando los trasvases se realizan, en muchas ocasiones, los pasajeros esperan dos andenes más allá, ante la atenta mirada de las vecinas colocadas en sus balcones. Si los vagones deben esperar una o más noches, el acceso a las vías donde se encuentran es libre, con el único obstáculo de una “vallita” accesible hasta para David el Gnomo.

El problema que os cuento, y que muchos conoceréis, ha pasado ya de las dos décadas de antigüedad, de hecho, hasta revistas estudiantiles, como eolapaz, relataban hechos como estos, hace casi diez años. En ese intermedio se han sucedido en el gobierno municipal, regional y nacional gobiernos de todos los colores políticos, solos o en coalición, siendo todos esos gobiernos del mismo partido (lo que facilitaría la coordinación) o de diversos (lo que debería haber alentado la vergüenza ajena). Nada. Hasta recuerdo una entrevista para eolapaz de la vicepresidenta Gorostiaga dando pelos y señales de una solución que nunca llegó.Parte del problema arranca de una cuestión superior. El sistema ferroviario de esta región, en su conjunto, es espantoso e impropio de estos tiempos.
Las estaciones de Renfe de la región son de otra época, los terrenos están sobredimensionados, apareciendo vías muertas y en desuso, convertidas en nidos de bardales por todos lados. Una red basada en un cuello de botella con la Meseta y una peculiar red de vía estrecha para la costa, de difícil conexión con el resto de redes nacionales e internacionales. Lo que hay es una red con tramos de una sola vía, vía mal mantenida y con catenarias cochambrosas que han llevado a averías continuas que nos dejan, dada su antigüedad y mal mantenimiento, a averías continuas y faltas de servicio cotidiana.
Y no solo en la línea Alvia que nos une con Madrid, si no en otras líneas. pero nuestro gobierno, que sabe mucho, se ha empecinado en los últimos años en una quijotesca lucha por traer el AVE, cuando era prioritario acceder a una red convencional en buen estado y bien mantenida, con estaciones con suelo liberado, con pasos a nivel eliminados (en eso también Torrelavega se lleva la palma) y con una red para mercancías en el eje Torrelavega-Santander-Gajano en condiciones.Con todo lo más grave no es la situación de la estación de Tanos, ni el carácter decimonónico de nuestra red ferroviaria, que es el fondo del asunto, si no la irresponsabilidad de los responsables, quienes fueren, en lo referente a nuestra seguridad.Y ello porque, por lo que parece y denuncian vecinos y colectivos, los accidentes e incidentes no son esporádicos. Vagones que sufren pequeños escapes, vagones que descarrilan, fallos mecánicos en ejes, sistemas de tracción o frenado... Incidentes muchos de los cuales no trascienden. Y no es solo un problema de trasparencia informativa, que también, si no de capacidad o voluntad de alerta en aquellos casos en los que la población deba ser avisada, alertada o puesta en guardia ante un riesgo.Quizá alguien piense que no se debe alarmar innecesariamente. No vale. No vale en una ciudad con un evidentes riesgo químico, donde la mitad de las incidencias nunca se conocen, y nunca se arreglan.Estos días los vecinos se han visto en la necesidad de organizarse en una plataforma para recoger firmas que permitan exigir medidas, soluciones, dado que sus gobernantes no lo hacen. Y si, son malos tiempos, y no hay dinero, pero igual esto es algo importante, igual.

1 comentario:

Nico. dijo...

Mucho sin leerte, mucho sin leer muchas cosas, mucho tiempo sin tiempo, con la tabla en la pared, con prisas.... mucho tiempo con esta vida moderna que me estresa mucho mucho..
intentando conseguir una existencia tranquila, para poder perderme entre espronceda y benedetti, y zina!!.

Tendre que colocar algun escrito tuyo en face, para que la gente vea mi buen gusto en cuanto a lectura..

Espero que estes muy bien... Un besuco.

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