lunes, 12 de febrero de 2007

Cien imágenes para ser libres, y una canción para morir esclavos



La organización de los derechos del periodismo libre “Reporteros sin Fronteras”, acaba de sacar a la venta, al precio de 8,90 € un libro de imágenes, encargado en su factura a Studio Harcourt, una prestigiosa agencia fotográfica, dedicada desde 1934 a retratar a grandes estrellas de todos los ámbitos sociales. La iniciativa, que pretende llamar a las conciencias sobre la libertad de expresión, y recaudar dinero para defenderla, es continuación, en sus objetivos, del libro fotográfico sobre el deporte, que vio la luz antes del Mundial de Fútbol de este año, o el álbum homenaje a Gilles Caron.

En el libro se pueden admirar imágenes tomadas a personajes como Brigitte Bardot, Alain Delon, Salvador Dali, Annie Girardot, Jeanne Moreau y Charles Trenet, entre otros.
El libro ha salido al mercado bajo el titulo “Estrellas por la libertad de prensa” e incluye en total 100 fotografías que retratan varias generaciones de estrellas, personas al fin, que han contribuido a nuestra memoria colectiva. Es un esfuerzo más en el intento de proporcionar esperanza, y, si es posible una salida, a “hombres y mujeres que, apartados de la vista, se pudren en las cárceles simplemente por haber cumplido con su trabajo: informar”, según ha manifestado la organización.
En la actualidad, según datos que obran en poder de RSF, más de 130 periodistas y 60 ciberdisidentes se encuentran encarcelados por “haber querido denunciar la corrupción y dar caza a la verdad”.Son una muestra de hombres y mujeres de verdad, afanados sin miedo ni pausa por defender y extender, no solo la verdad, sino unos valores cívicos innatos al ser humano, y a veces desaparecidos en medio de la perversidad, y de la ignorancia. Pero frente a las imágenes que surgen para defender la libertad y la verdad, aquella por la que hay gente que muere, hay canciones que permiten vivir a los que matan la vida y la libertad, aunque claro, esto es opinable. Y si no que se lo digan a la Sala Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional, que acaba de absolver a los integrantes y al representante de un mal llamado grupo musical, que responde al nombre “artístico” de sociedad alcohólica. Estos angelitos se dedican a escribir canciones en las que desean la muerte a las personas, atacan a su dignidad, maldicen a ciudadanos y describen la crueldad imprimida en la piel de la gente.
Pero eso no es delito. Desear que un ser humano explote como un cerdo no lo es. Es un deseo loable y que la sociedad debería alabar. A fin de cuentas se trataba de un chivato policial. Y claro, si se mata a un chivato, un concejal o un policía, eso no es delito según la Audiencia Nacional. Lo más curioso es que la Audiencia ha tenido en cuenta que los integrantes del grupo han hecho públicas declaraciones en las que “expresamente repudian las acciones de ETA y se muestran contrarios a todo tipo de violencia”. A todo tipo. Luego desear la muerte cruel y el sadismo sobre un ser humano no es violencia. La Sala ha considerado que sus letras no constituyen “un delito de enaltecimiento del terrorismo” y se ha referido a algunas de ellas, dando por buenas las explicaciones de los músicos. Del tema “Palomas y buitres”, ha dicho que “no hay datos objetivos” de que se refiera a la AVT. Respecto a “Explota, zerdo”, ha afirmado que “roza” el delito pero sostiene que no se refiere “a un policía, sino a un soplón”.

Letras como las que se refieren a la policía como carceleros extranjeros, y en las que invitan a los funcionarios a mirar sus coches y ver como vuelan como Carrero, no esconden ninguna maldad. Han razonado los magistrados que desear musicalmente que exploten los delatores no ensalza el terrorismo ni justifica las acciones de la banda, ni supone desprecio alguno a las víctimas del terrorismo y ello por una sola razón: no se refieren a un policía, sino a un soplón de la policía. Conviene recordar que la categoría de “chivato” ha servido a ETA para justificar sus crímenes. El de Ramón Baglietto, por ejemplo. Es lo mismo que se dijo de aquel empleado de una tienda de bicis de San Sebastián, padre de dos hijos, que recibió un tiro en la nuca en 1997. Es la frase que tantas veces he escuchado en mi tierra, y que tanta sangre y dolor nos ha costado a los vascos. “Algo habrán hecho”.Quizás si no os contásemos que Reporteros Sin Fronteras busca ayuda para ayudar a quienes luchan y mueren por la verdad, no sabríais nada de esos periodistas, moribundos en vida en mil cárceles perdidas, en mil infiernos ocultos, de mil sombras que se ciernen sobre la gente sencilla del mundo. Pero aunque yo no os lo cuente, seguro que la mayoría sabéis que amenazar, desear el dolor ajeno, perseguir a quien dice aquí la verdad y aplaudir a quien con violencia se ensaña en su prójimo, no es delito. Curioso país donde callar la verdad es prudente y suplantar la libertad con violencia es licito. Curioso país que vende libros para quien la cárcel de la arbitrariedad calla su boca, y defiende a quien con una canción mata conciencias y vidas, que con una canción nos hace esclavos del miedo.

imagen noticias de Méjico. La información.com



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