Ya lo dice la tradición, cada estación tiene su afán. La navidad nos trae el almendro y a los hijos pródigos, y el otoño, fascículos, películas de estreno y nuevos cd. La mayoría son pasto de piratas, y gracias a Dios. Pero siempre se encuentra entre tanta morralla, pequeñas joyas que degustar. Este verano nos trae Everything Will Be Alright in the End, el últimos trabajo de los Weezer, la inclasificable banda de los chicos de ese peculiar personaje que es Rivers Cuomo, que tras no se cuantas esperas (4 años exactamente) lanza por fin nuevo álbum, producido por Ric Ocasek, el mismo que hizo con ellos el Blue Album, de 1994.
Tras un intenso trabajo en su laboratorio californiano, su discográfica, Epitaph Records, nos ofrece un trabajo de plenitud, con ese rancio sabor a antigua música americana.
Como siempre el tema se ha hecho de rogar, como ya ocurrió con el interminable camino recorrido por “Ratitude”, que Billboard.com anuncio en noviembre de 2008, un álbum de estudio, con la participación de Jacknife Lee, y cuyo primer sencillo, "If You're Wondering If I Want You To” tardó un año en sonar, y el famoso video clip de la actriz Odette Yustman, otro. Bien es cierto que Rivers tuvo un accidente, que dos miembros se pegaron y no se hablaban. Pero es que son lentos, manos mal que al final sale algo digerible.
Para el que no conozca el paño, diremos que Weezer es algo parecido a una banda angelina de rock alternativo, y que no es una novedad, están en funcionamiento desde 1992. Desde la formación inicial, con Rivers Cuomo (vocalista principal, guitarra líder), Patrick Wilson (batería, coros), Matt Sharp (bajo, coros) y Jason Cropper (guitarra rítmica, coros), la mitad han caído en la refriega (Cropper y Matt Sharp), pero en este viaje, y a lo largo de sus 7 álbumes de estudio, cinco EP y un DVD, con más de ocho millones de copias vendidas, poco ha cambiado la esencia del grupo. Sin embargo, no os dejéis engañar, Weezer es Cuomo, un inestable genio criado en la comuna Hippie de Yogaville, Nueva Cork. Casi nada.
Desde sus inicios como teloneros de Dogstar, la banda del actor Keanu Reeves, Weezer se ha caracterizado por el equilibrio compositivo de sus trabajos, con sencillos de impacto que han atraído mucho a su público, caso de "Buddy Holly", "Undone - The Sweater Song", "Island in the Sun", "Hash Pipe", "Beverly Hills", "Pork and Beans" y "(If You're Wondering if I Want You to) I Want You to", todo un himno de la banda.
Su éxito en los 90 estuvo basado en las similitudes con grandes bandas de la época, como Pavement, Sebadoh o Dinosaur Jr., pero con un toque de raíces, como demostró su alabado The Blue Álbum, uno de los discos más exitosos de los '90.
Pero ese estilo impecable, daría paso en la segunda mitad de la época, tras su fallida opera rock “Songs from the Black Hole”, a un sonido menos alegre y creativa, y por el contra sucio, repleto de crudeza y distorsión, con letras extraordinariamente íntimas. El varapalo de la crítica hizo mella. Cuomo abandono el grupo para estudiar literatura en Harvard, se empleo en una liga semiprofesional de fútbol y se dedico a componer. Mientras Sharp y Bell formaban sus propias bandas, recogiendo los sonidos conceptuales del machacado álbum “Pinkerton”. En esos años, Rivers mataba el gusanillo musical, dando pequeños conciertos con una nueva banda, la Rivers Cuomo Band, de música centrada en los sonidos de los 60 y 70.
La crisis ideológica que se dejaba sentir en Estados Unidos a fines de siglo, provocaría el surgimiento de grupos de jóvenes identificados con las músicas del desaparecido Weezer. Eran los Weezerfans, que se identificaban con las letras del grupo, aquellas que en su álbum maldito hablaban de fracaso, inseguridad, y frustración sexual, y todo al tiempo que surgían imitadores, como Ozma.
Estaba naciendo un grupo de culto. De ahí a que la banda se reagrupase y regresase a escena no había nada. Con los cambios necesarios para sustituir a los que no volvieron, la banda regreso a los ensayos, lanzando por internet, y de forma gratuita, 10 nuevas canciones en el verano de 2000, las llamadas Summer Songs 2K.
En 2001, vista la buena acogida, llegaba a las tiendas “The Green Album”, el tercer disco del grupo.
Regresando a la esencia de sus orígenes, pop y con raíces, y de la mano de composiciones de Kurt Cobain, Noel Gallagher y Billie Joe Armstrong, el álbum verde se reencontró con la crítica y con dos millones de compradores. Cuomo había encontrado el método para lograr canciones pop perfectas, plagadas de influencias de los éxitos de la época y que, manteniendo sus tradicional y anticuado método de composición, no abandonaba los logros del momento y la rapidez que demandaba la industria.
Pero el éxito se torno en dictadura. Cuomo se erigió en líder, amo y representante de la banda, con carta blanca de la discográfica. Multas, broncas e imposiciones acabaron con el buen rollo de la banda y con Mikey Welsh en un psiquiátrico.
Cuomo impuso un método de trabajo revolucionario por novedoso. Cada día subía a su Web las maquetas realizadas, para que el público decidiese que material usar y que camino creativo seguir. Así nacería “Maladroit”, el cuarto y más polémico trabajo. Pero cuando todo parecía enderezarse, y ya metidos de lleno en la preparación del quinto álbum, Cuomo dio la espantada, desechó las 30 maquetas preparadas y se largo a Harvard, dejando al grupo nuevamente tirado.
El camino se volvería a retomar en 2006. Acabados sus estudios en Harvard, y superado su periodo de meditación Vipassana, la banda alumbró "Beverly Hills", y tras ese tema "We Are All on Drugs", y luego "Perfect Situation", y después.. El nuevo proyecto seria un éxito, incluido el video clip que grabaría Marcos Siega en la mansión Play Boy, con conejitas, fans y hasta el propio Hugh Hefner. Nominaciones a los Grammy, miles de discos, actuaciones masivas, disco de platino y record de descargas en atunes. Desde entonces, hasta este “Hurley” las pesadillas han continuado, y las idas y venidas. Ero lo importante es que la mente creativa de Cuomo, con sus desvaríos, ha vuelto. Y nos pone con los dientes largos, haciendonos pensar que su reciente visita a Fuengirola, es solo un anticipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario