Ahí que reconocer que la blogosfera cántabra es, posiblemente, una de las más dinámicas, críticas e innovadoras de España. Continuamente aparecen nuevos blogs de interés, y se abren ventanas a la participación de colectivos de todo tipo. Blogs como el cántabro perplejo, el observatorio de la Noe, cachuco.com o el nido del jilguero.
Formas diversas de mirar el mundo, que rompen el tradicional monopolio de los medios oficiales, llenos de poder y tecnología, pero vacíos de imaginación y espíritu de zurreo a los mamelucos que nos gobiernan, y no solo desde el gobierno. No todo es maravilla y reluz, claro. Las tendencias políticas y el sectarismo esta presente también en este mas media alternativo. El copieteo o la simple repetición de noticias, no es extraño, a veces el análisis falta, en otras, la ventana se cierra a quien no sea inquilino del blog. En otras los usuarios abusan descaradamente de la posibilidad de comentar, boicoteando la labor honesta de la gente. Y hay mucho individualismo. Cada uno enlaza a sus colegas y se forman así redes muy cerradas, de gente en sintonía, que, claro siempre oye la misma cantinela, con igual intención. Es así, pero no siempre. Hay lugares maravillosos, donde el ingenio salta a borbotones, y donde te dan claves para pensar y comprender lo que ocurre. Lugares como eolapaz, el cántabro perplejo, el foro del dobra o el Tentirujo. Esa gran ventana que se ha cerrado para siempre, porque así lo ha decidido su dueño. Y no me parece justo. A todos nos cuesta escribir, abrir nuestro corazón, mirar el mundo, y hasta escupirle de vez en cuando, porque con ello nos maldecimos a nosotros y a nuestra incapacidad para hacerlo mejor. Pero somos responsables de lo que hay, y de lo tarde que llega lo que necesitamos. Cerrar, callar, mudar, es fácil. Hacer frente a nuestra obligación de reflexionar, invitar a otros a hacerlo, eso es complicado, pero necesario. Sigue habiendo “solares” donde hablar, donde gritarle al viento cuanta mentira nos ahoga. Pero el tentirujo era de los más importantes, y ya no es de su dueño, es nuestro. De los que en esa ventana hemos encontrado la manera de no callar ni debajo del agua. Siento decirlo, y pido perdón, pero me parece una cobardía, que deja solas a otras muchas ventanas, empeñadas en echar de nuestras casas tanta mierda como algunos se empeñan en meternos.
Fue hasta que dejo de serlo el blog de un ambientólogo de profesión, cántabro de corazón, progresista convencido, inconformista reconocido, apóstata declarado, republicano desesperado. Así se definía el mismo. Era el preferido de muchos de nosotros, porque proporcionaba contenidos de calidad gracias al talento de su autor y creador. Un hombre que ha sabido estar y ha sido coherente con sus pensamientos y opiniones, siempre.
Yo, como el, como tantos, no somos escritores, no nos dedicamos a esto, es solo una parte de nuestra actividad ciudadana, una forma de aprender el escribir y conocer a otros que hacen los mismo, para entre todos, intentar mejorar esta comunidad.
Y la pena, la mía al menos, esta en que es un símbolo de cambios que no me gustan, y de otros que no llegan. Los blogs cántabros están muy poco entrelazados, pocos conocen las experiencias de los demás. Y los mas fuertes, en lugar de crear redes y aprovechar lo bueno de los mas pequeños, se unen, formando emporios, o eso pretenden, que llevan a crear nuevos medios, mas potentes y con mas caudal y lectores, como ha ocurrido con la unión de periodistas en Cantabria y ECP. Pero no se trata de eso, la blogosfera no es un mercado, no se puede regir por las leyes económicas de OPAS, fusiones y sinergias. Ya se que las etapas se suceden, que las cosas cambian, y que solo los grupos grandes pueden dar contenidos. Pero ya tenemos de sobra 2.0, rss, sindicaciones y wikis. Nos falta creatividad, opinión, intercambio de sentimientos, y mirar el horizonte sin intereses, sin reglas, contando aquello que habla nuestro corazón. Sin más, y que los demás lo lean, para que pierdan el miedo, también miren al horizonte. Y entre tanta mirada, evitemos que caiga el sol, y la noche no llegue, y las tinieblas no nos cubran.
Formas diversas de mirar el mundo, que rompen el tradicional monopolio de los medios oficiales, llenos de poder y tecnología, pero vacíos de imaginación y espíritu de zurreo a los mamelucos que nos gobiernan, y no solo desde el gobierno. No todo es maravilla y reluz, claro. Las tendencias políticas y el sectarismo esta presente también en este mas media alternativo. El copieteo o la simple repetición de noticias, no es extraño, a veces el análisis falta, en otras, la ventana se cierra a quien no sea inquilino del blog. En otras los usuarios abusan descaradamente de la posibilidad de comentar, boicoteando la labor honesta de la gente. Y hay mucho individualismo. Cada uno enlaza a sus colegas y se forman así redes muy cerradas, de gente en sintonía, que, claro siempre oye la misma cantinela, con igual intención. Es así, pero no siempre. Hay lugares maravillosos, donde el ingenio salta a borbotones, y donde te dan claves para pensar y comprender lo que ocurre. Lugares como eolapaz, el cántabro perplejo, el foro del dobra o el Tentirujo. Esa gran ventana que se ha cerrado para siempre, porque así lo ha decidido su dueño. Y no me parece justo. A todos nos cuesta escribir, abrir nuestro corazón, mirar el mundo, y hasta escupirle de vez en cuando, porque con ello nos maldecimos a nosotros y a nuestra incapacidad para hacerlo mejor. Pero somos responsables de lo que hay, y de lo tarde que llega lo que necesitamos. Cerrar, callar, mudar, es fácil. Hacer frente a nuestra obligación de reflexionar, invitar a otros a hacerlo, eso es complicado, pero necesario. Sigue habiendo “solares” donde hablar, donde gritarle al viento cuanta mentira nos ahoga. Pero el tentirujo era de los más importantes, y ya no es de su dueño, es nuestro. De los que en esa ventana hemos encontrado la manera de no callar ni debajo del agua. Siento decirlo, y pido perdón, pero me parece una cobardía, que deja solas a otras muchas ventanas, empeñadas en echar de nuestras casas tanta mierda como algunos se empeñan en meternos.
Fue hasta que dejo de serlo el blog de un ambientólogo de profesión, cántabro de corazón, progresista convencido, inconformista reconocido, apóstata declarado, republicano desesperado. Así se definía el mismo. Era el preferido de muchos de nosotros, porque proporcionaba contenidos de calidad gracias al talento de su autor y creador. Un hombre que ha sabido estar y ha sido coherente con sus pensamientos y opiniones, siempre.
Yo, como el, como tantos, no somos escritores, no nos dedicamos a esto, es solo una parte de nuestra actividad ciudadana, una forma de aprender el escribir y conocer a otros que hacen los mismo, para entre todos, intentar mejorar esta comunidad.
Y la pena, la mía al menos, esta en que es un símbolo de cambios que no me gustan, y de otros que no llegan. Los blogs cántabros están muy poco entrelazados, pocos conocen las experiencias de los demás. Y los mas fuertes, en lugar de crear redes y aprovechar lo bueno de los mas pequeños, se unen, formando emporios, o eso pretenden, que llevan a crear nuevos medios, mas potentes y con mas caudal y lectores, como ha ocurrido con la unión de periodistas en Cantabria y ECP. Pero no se trata de eso, la blogosfera no es un mercado, no se puede regir por las leyes económicas de OPAS, fusiones y sinergias. Ya se que las etapas se suceden, que las cosas cambian, y que solo los grupos grandes pueden dar contenidos. Pero ya tenemos de sobra 2.0, rss, sindicaciones y wikis. Nos falta creatividad, opinión, intercambio de sentimientos, y mirar el horizonte sin intereses, sin reglas, contando aquello que habla nuestro corazón. Sin más, y que los demás lo lean, para que pierdan el miedo, también miren al horizonte. Y entre tanta mirada, evitemos que caiga el sol, y la noche no llegue, y las tinieblas no nos cubran.
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