domingo, 11 de abril de 2010

Garzón, el reo de España


Llevo varios días leyendo cosas de Baltasar Garzón, tantas como de Martin Cooper, el inventor del teléfono móvil, un venerable anciano al que la cofradía del queso de Cantabria ha llevado a Santander para dar lustre, imagino, en una reunión de sus cofrades más envuelta en ondas radioeléctricas que en fermentos.

Me ha llamado la atención, en las varias entrevistas que le han hecho a Cooper, la fuerza que toma la irrelevancia y el prejuicio cuando una parte de la prensa aborda la necesaria entrevista con el personaje. Frente a mil desmentidos, apáticos y en primera persona, Cooper invento el móvil por culpa de Star Trek, y más sabrán los periódicos que el personaje. Pero es que la fuerza de un titular es como un tsunami, puede con todo, hasta con la visión que el lector tiene de la vida.
Con Garzón pasa otro tanto de lo mismo. Se ha saltado la ley, esta claro, pues así lo ha determinado una parte del pensamiento escrito. O, es una victima, porque la denuncia parte de la maléfica falange, han dejado sentado otros. Ofrecer una información, desenvuelta de prejuicios no debería ser complicado. El periodista debe mostrar sus cartas, es imposible que se separe al escribir de sus sentimientos y anhelos, y debe buscar todas las aristas del problema tratado, ir más allá de lo evidente y rebuscar en la noticia aspectos que faciliten su comprensión y ayuden a la reflexión del lector. No veo tan claro que sea correcto mover el foco, olvidarse del tema, y centrarse, con el cuchillo entre los dientes, en otros aspectos, destacados, pero tangenciales. Vamos irse por las ramas como yo estoy haciendo en este momento.
Un ejemplo es la figura del juez Luciano Varela, cuya actuación, una parte de la prensa, ha tildado de desatino, en la más suave de las valoraciones.Poner en cuestión al juez que juzga al juez, es un buen titular que, además, condiciona, en una primera frase toda la historia y libra al acusado real de toda culpa.
Vicente Romero ponía sobre la mesa, recientemente en su blog, que lo ocurrido con Garzón es un reflejo de una realidad más profunda y lacerante la inadecuación de los criterios de selección de los miembros del Tribunal Supremo, a tenor de cómo era la sociedad española actual. Lo que es tanto como decir que sus señorías, y toda la estructura del tribunal y de la justicia española deben sufrir una profunda transformación, esa que no se abordo en su día, en el de la transición del franquismo y la democracia. Y es cierto, la mitad de nuestros malos provienen de una transición política tan modélica, a decir de los que la hicieron, como incompleta y chapucera, basada en el españolísimo “dejar para mañana y meter bajo la alfombra”.

Posiblemente, como, expone Romero, en España hay aun mucha transición pendiente. Muchas estructuras del poder más propias del siglo XIX y XX, muchos elementos de la vida política totalmente obsoletos que requieren una profunda reforma. Pero no se puede reformar ni legislar ad hoc, para hacer frente a una cuestión concreta. Ese cambo de las reglas de juego es tanto como manipular la partida para conseguir ganar yo. Lo extraño es que esta reflexiones sobre la pobreza moral y material de nuestra justicia no se hayan hecho, por esos mismo críticos, a la luz de nombramientos y actuaciones de personajes tan poco edificantes como la presidenta del Constitucional Mª Antonia Casas, lo que habla mucho de la objetividad de las voces que hoy defienden a Garzón.

Es más que cierto, que la primera impresión que un ciudadano normal percibe de este caso es que el juez de la memoria histórica se ve sometido a la fría venganza de unas organizaciones políticas (falange y otras) que ayudaron, realizaron o justificaron, en otros tiempos, los crímenes que ahora juzga Garzón. Tan cierto como que Varela, tan errático él en lo ideológicos (arranco en el Opus y termino en los brazos de De la Vega, pasando por el diván del maoísmo) ha iniciado el despeje del camino al partido popular, cuya trama Gurtel pende en gran parte de los trabajos de Don Baltasar. Tan cierto como prestigiosos juristas consideran la actuación de Varela errónea.
Todo ello, con ser muy trascendente, no debería hacernos perder la perspectiva real de los acontecimientos.Garzón es un ciudadano, sujeto a la ley como cualquier otro. Más incluso, por el cargo que ostenta. No debemos confundir en este caso nuestras simpatías y fobias personales o ideologicaza con el análisis frío y medido de los hechos que se juzgan y valoran. La moral, religiosa o natural, no esta detrás de las actuaciones de un juez o de cualquier otro servidor del estado. El bien y el mal no es subjetivo ni coyuntural, es la ley que escrita por todos, debemos defender entre todos.
Yo, como muchos españoles, entendemos imprescindible rescatar el recuerdo, y limpio, de aquellas personas, los represaliados por el franquismo, que encuentran su indignidad en la mancha de su honra por delitos que no son tales, como pensar o ser libre, y en el abandono de sus huesos en cualquier esquina, como si de objetos viejos o repudiados se tratase. Pero eso no debe permitir a un juez erigirse en héroe salvifico, por encima de la ley, lo que abriría una espuerta peligrosa, por la que nuevos francos y primos de rivera tendrían camino libre hasta nuestra libertad.
Los jueces deben de interpretar las leyes de conformidad con los criterios vigentes en el ordenamiento jurídico vigente, ni siquiera, que es muy común en este país, con la mentalidad, voluble y cambiante, de la prensa y la sociedad.
Dios quiera que no perdamos a un juez que se ha distinguido por una sensibilidad extrema en defensa de la dignidad y la libertad del hombre, pero que tampoco estemos abriendo la puerta a un estado arbitrario donde cada uno actúa como su conciencia, personal, le dicta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aparentemente lo de Garzón es por el Gurtel (la cúpula no parece contenta de que les hayan descubierto los que se beneficiaban del partido). Si Esperanza no lo remedia está perdido.
LV lo condena(acusa?) por su bien (de Garzón). Otro juez acepta que LV tome partido por Garzon (eso si, ayudando a sus enemigos).
Ya puestos... aceptemoslo... totodo lo hacen por su amguito Garzón. Lo quieren librar de ... ??????? (Algo peor que 20 años de carcel)

Anónimo dijo...

Aparentemente lo de Garzón es por el Gurtel (la cúpula no parece contenta de que les hayan descubierto los que se beneficiaban del partido). Si Esperanza no lo remedia está perdido.
LV lo condena(acusa?) por su bien (de Garzón). Otro juez acepta que LV tome partido por Garzon (eso si, ayudando a sus enemigos).
Ya puestos... aceptemoslo... totodo lo hacen por su amguito Garzón. Lo quieren librar de ... ??????? (Algo peor que 20 años de carcel)

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